Los niños mexicanos sí se enferman de Covid19. ¿Cuán gravemente?: No lo sabemos. No lo sabremos.
En el universo de los estimados, quizá el caso de Andrea Guevara no les merezca una mención en conferencia pública. Para su familia, y para nosotros, vale la pena contar la historia.
Andrea Guevara fue la primera paciente confirmada con Covid19 identificada en el Instituto Nacional de Pediatría de México. Ingresó la medianoche del 16 de abril de 2020, a unas semanas de decretarse confinamiento absoluto en todo el país.
Ese día, en el informe matutino desde Palacio Nacional, el Ejecutivo Federal dijo textualmente: "Vamos a poder saber todos que se ha logrado hasta ahora, y que viene, que es lo que se espera. Todo esto con proyecciones científicas con la aportación de un grupo de especialistas de varias disciplinas, de Universidades, de académicos y -desde luego de médicos y científicos del sector salud.-" A su lado, el titular de la Secretaría de Salud Federal y el Subsecretario.
A no muchos kilómetros de las verdades del Zócalo, Andrea Guevara: una niña sana, con peso corporal según la norma y con 10 años de edad, comenzó a sentir fuertes dolores en las extremidades inferiores, similares a los del ejercicio extremo. Había hecho flexiones con sus padres y hermanos, como dictaba el sabio consejo matutino. El pediatra familiar recomendó un desinflamatorio. A la mañana siguiente, Andrea Guevara no tenía sensación en las piernas. Fue ingresada de emergencia en el INP con posible sintomatología del Síndrome de Guillain-Barré. Pero el cuadro de Andrea Guevara era preocupante, y derivó rápidamente en colapso de médula ósea y de páncreas. Varias horas y muchos tubos de ensayo después, regresaron dos especialistas: El exámen era positivo a Covid 19.
"A las 6 de la mañana llega un séquito de médicos y nos dicen: señor, su hija con todo respeto, está grave. La niña tiene un virus. Necesitamos que usted la traslade al área. Aquí el sindicato es muy fuerte. A los camilleros los protegen y no hay ningún camillero que quiera cargar a la niña. Yo la cargué y la llevé al área", cuenta Arturo Guevara, padre de Andrea. Enfermeras advirtieron a la madre que, si resultaba enferma, debería internarse en otra unidad hospitalaria. "Andrea era completamente sana, jugadora de básquetbol antes de la pandemia. Me parece que es una irresponsabilidad decir que el riesgo es mínimo, que los niños no se contagian, que los niños no tienen riesgo de muerte. Los niños si se contagian y se contagian gravemente."
Andrea estuvo internada 12 días y ha tenido tres consultas de seguimiento. Es alumna de una secundaria pública en la Alcaldía Benito Juárez donde no hay posibilidad de opción para modelo híbrido. En septiembre, dió nuevamente positivo a examen de #Covid19 tras acudir a clase presencial. "Cuando entré a la escuela, llegamos a platicar todos sobre las vacunas. Mis compañeros sí me han dicho que quieren vacunarse porque les da miedo contagiarse." platica Andrea Guevara, en esa sensación de haber quedado fuera. "Hay muchos niños que se han enfermado gravemente. Aquí estoy yo como prueba. Recuerdo que en el hospital me despertaron muchas veces para sacarme muestras de sangre. Yo era una niña asustada. Llegaron las enfermeras a decirle a mi mamá que si todo se ponía mal, la iban a sacar del hospital".
En el último informe del año 2021, el Centro de Control de Enfermedades de la Unión Americana reportó un aumento de 66% en hospitalizaciones pediátricas derivadas de la transmisibilidad de la variante Ómicron. En el último reporte oficial, 14% de los niños entre 5 y 11 años de edad cuentan con el esquema completo de vacunación en EEUU. En México, la próxima semana inicia segunda dosis para adolescentes entre 15 y 17 años.
La Organización Mundial de la Salud insiste en la distribución equitativa de vacunas, y plantea un escenario para que el 70% de la población en todas las regiones reciba antes de 2022.
Sobre el caso específico de vacunación en menores de edad, la propia OMS emitió un documento con carácter de provisional a finales de noviembre del año pasado con cifras:
Entre el 30 de diciembre de 2019 y el 25 de octubre de 2021,
-Niños entre cero y 5 años representan el 2% y menos del 0.1% de las muertes. 1,797 niños y niñas.
-Niños y niñas en el rango de 5 a 14 años de edad representan el 7% de los casos y mil 328 muertes a nivel global.
-7 mil muertes de adolescentes y jóvenes adultos entre los 15 y los 24 años fueron reportadas ante la OMS.
¿Cuántos de esos fallecimientos de niños y adolescentes ocurren en los cinco países con más incidencia de COVID19 -incluido México-? Los datos abiertos siempre tienen un bache -tierra nuestra-.
La preocupación sensata y legítima de padres de niños menores de 12 años y niños consultados es saber cuál será la política para protegerlos a ellos. Cuál será la sanción a quien no los proteja, en éste, el país de las fiestas abiertas de vacunados y Reyes encerrados en Ómicron.
"Le vuelvo a repetir", escucharon repetidamente nuestros oídos en las conferencias de la salud, que ya no existen. O no cada día. Repita, por favor, imploramos: tasas de contagio, tasas de hospitalización, tasas de intubación y tasas de mortalidad entre niños y adolescentes de 0 a 24 años en México. Queremos oirlo más veces. Urge nos repitan para cuál decisión nacional de salud -por ejemplo, vacunas entre 5 y 14 años- sí seguimos las directrices de los CDC y EMA y para cuáles no. ¿Es presupuesto, infraestructura, respeto absoluto a la directriz de OMS o la variante ideológica?
"En este momento no tengo empleo, estoy trabajando por mi cuenta. No tengo seguridad social. He visto casos en los que los niños han salido de los Institutos Nacionales de Salud después de un largo seguimiento a covid o a otras enfermedades, porque el papá o la mamá obtuvieron un trabajo con muy bajo sueldo", comenta con preocupación Arturo Guevara, un talentoso productor, hoy sin contrato formal.
"Siguen errando en el tema de la vacunación de los niños. Se tiene que tomar con total seriedad. No habría que dudarlo. En el caso de mi hija, la paciente uno en México con Covid19 y con una variante en los síntomas, tuvo complicaciones muy graves. Considero que nuestras autoridades han estado dando tumbos. Y las críticas han llegado a tal nivel que les provoca nerviosismo, pero al final siguen haciendo las cosas mal. En el caso de mi hija, me gustaría que ya estuviera vacunada".
Hoy 6 de enero de 2022, a casi dos años del primer evento grave tras infección por COVID19. Andrea Guevara, ya con 12 años de edad, no ha recibido una sola dosis de vacuna contra #Covid19.
En los mensajes tempraneros, la fotografía de los funcionarios esperanzados y sin cubreboca es casi la misma de hoy. Los mismos trajes, la misma sonrisa displicente, el mismo fondo.
Andrea, risueña y llena de energía, no ha podido quitarse el cubreboca. Ni para dormir. Por meses. Literal.
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