Por Pamela Cerdeira

“Me da 1 kilo de jitomates, la piña que ya manoseé y a ese güero de 1.90m por favor”. 

Un joven graba su recorrido en el super, su madre le pregunta por qué lo hace, él dice que para documentar la compra, normal en su generación, toma un vaso con piñas ya cortadas y la pone en el carrito compras, habría tomado una piña entera pero ya no hay, en ese super siempre se acaban. Le sugiere a su mamá que se pasee por el pasillo de los vinos y la deja sola. Ahí un hombre que lleva una piña boca abajo en su carrito choca con ella. Le da un par de besos en las mejillas, le dice algo incomprensible y se va. Su hijo muere de la risa mientras graba todo. La mamá no entiende por qué la besaron, y qué tenía que estar opinando aquel hombre sobre la piña y chocando el carrito cuando había suficiente espacio. Se trata del fenómeno de Mercadona, los supermercados españoles, en los que gracias a la viralidad de las redes sociales se puede ir a buscar pareja mandando la señal de que estás a la caza poniendo una piña boca abajo en tu carrito. 

Según el sitio puromarketing.com esta tendencia inició hace años con un viejo comentario  sobre cómo el supermercado sería un buen lugar para ligar, que después fue retomado por una actriz y que finalmente fue alcanzado por la viralidad de las redes sociales. 

Tiktok e Instagram están inundados de divertidísimos videos de personas que de 7 a 8pm (porque hay horario) dejan vacíos el estante de piñas para irse en la búsqueda del amor, o al menos un buen video que les deje algunos likes. Pero hay algo aquí que es más interesante de mirar. 

 

Dar vueltas por un lugar cual pasarela para buscar pareja, no es nuevo. En distintas ciudades había glorietas que cambiaron su vocación para hacerla de cupido. Pero este fenómeno sucede dos años después de un largo encierro, en el furor del swipe right/left, en la era de los filtros de Instagram. Así que buscar pareja en el super estando sobrio, temprano,  vestido casual, con la nada favorecedora luz del supermercado no suena mal. Lo de chocar el carrito para mandar las señal de que te interesa me parece curioso, aunque aun no encuentro quien explique que hay que hacer si no te interesa corresponder al interesado. Y de paso, seguramente algo de lo que lleve puede darte algunas ideas de lo que te espera. ¿Condones? ¿Vino? ¿Leche deslactosada? ¿Magnesio? ¿Barras de proteína? 

Mercadotecnia o fenómeno viral completamente espontáneo, al final es igual, nos devuelve a la necesidad de lo más básico, el contacto fuera del mundo virtual. 

Una duda más, al final, independientemente del resultado ¿tienen que pagar por la piña o la pueden regresar?

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@PamCerdeira

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