Respira
Por Pamela Cerdeira
La semana pasada se llevó a cabo el Encuentro Amafore 2004, un día y medio de conferencias y paneles que reúne a las afores para tratar los temas que ocupan y preocupan; este año giró en torno a la inteligencia artificial y las oportunidades de inversión en infraestructura. En este contexto tuve la oportunidad de entrevistar a James Robinson, premio Nobel de Economía.
Robinson no se anda con rodeos: reconoce que el regreso de Trump a la Casa Blanca es un desafío para México por el fantasma de las deportaciones masivas y una política migratoria agresiva, sobre todo desde el punto de vista humanitario. Pero, también cree que es una oportunidad única para México en el cambiante panorama global.
¿De dónde viene este optimismo? Robinson lo explica con claridad: estamos entrando en una situación de mucha menor globalización, menores tasas de crecimiento económico en China, el movimiento de las cadenas de suministro a países amigos como México. Entonces, creo que mucha de la producción que se ha llevado a cabo en Taiwán y China va a regresar a los Estados Unidos y va a regresar a América Latina. ¿Y qué país está mejor posicionado para aprovechar eso si no es México?
El sueño del nearshoring del que dejamos de hablar hace meses porque la conversación fue devorada por la de las reformas constitucionales.
Fuera del panorama internacional, la situación autogenerada en México despierta dudas, la Reforma al Poder Judicial y la destrucción de organismos autónomos entre las que más preocupan. Robinson lo ve como un síntoma de la democratización, una respuesta a siglos de exclusión e inequidad. Para él, es natural que en este proceso haya tropiezos, como la reforma del poder judicial, que seguramente no tendrá el efecto deseado. Es la democracia, me dice. Y lo bueno de la democracia es que se aprende de los errores .Reconoce la importancia de un líder por el que las personas se sientan representadas como en su momento fue López Obrador pero agrega, si realmente quiere transformar la vida de las personas en este país, tiene que construir instituciones.
Sobre el futuro de Estados Unidos, su opinión de la cultura woke y la influencia que podría o no tener en el desarrollo de las naciones, y el futuro del cambio climático, en la siguiente entrega.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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