Por Pamela Cerdeira
Hay un rincón en mi cabeza que es como ese espacio de cachivaches en donde pones cosas que ni siquiera recuerdas que tenías, yo pongo ahí nombres de películas, nombres de actores y a veces hasta las tramas. De pronto algo, como otra historia similar, me hace recordar lo que guardé ahí, otras veces ni eso. Para evitar esto, o al menos para indexar mi desorden, este año decidí llevar una lista de los libros que leí, y gracias al Kindle, también guardar algunas de mis frases favoritas. Así que aquí va mi 2024 en libros.
1.- Cuando los chinos hablan, de Ana Fuentes.En enero tuve la oportunidad de conocer China gracias a una invitación de Huawei. Faltan palabras en el diccionario para describir todo lo que me vino a la cabeza, digamos que sigo digiriendo el viaje. En resumen, tumbó todas las ideas que tenía del país. Hay varias Chinas: la que creemos que es, la que vemos como turistas, la que se vive y la de la narrativa oficial. El libro de Ana Fuentes cuenta la visión de los chinos desde distintos lugares: los juniors, los perseguidos por el gobierno, las mujeres que acuerdan casarse con hombres homosexuales para calmar la presión social, y más.
2.- Irremplazables, de Sebastián Tonda.Sebastián es emprendedor, cofundador de Igualdad, y apasionado por la tecnología. Su libro debe ser el único escrito por un mexicano que aborda el momento en el que estamos, el futuro al que vamos y los miedos que esto provoca. Si te gusta la tecnología, tienes que leerlo; si te aterra quedarte sin trabajo gracias a la inteligencia artificial, también tienes que leerlo; si te preguntas qué avances tecnológicos vienen en el futuro, también tienes que leerlo. Y para todos los pesimistas que creen que los humanos terminamos siendo los esclavos inútiles de un robot, Tonda les dará mucha paz.
3.- Mujeres que corren con lobos, Clarissa Pinkola.Siempre que me preguntan de qué cambió mi vida, contesto que Mujeres que corren con lobos. Pero también confieso que me cambió la vida cuando llevaba más o menos un 20% de lectura, y que no lo terminé hasta este año, justo veinte años después de haberlo empezado. A través de los cuentos, Clarissa, una brillante escritora, psicóloga y feminista, nos enseña a reconectar con nuestro lado salvaje, nuestro instinto. No es un libro de autoayuda, no tiene recetas mágicas. Tardé veinte años en terminarlo, y creo que tardaré otros veinte en entenderlo por completo. Debería ser lectura obligatoria para todas las mujeres a partir de los 15 años.
4.- El combo de la cancelación.Los libros te encuentran, tienen vida propia, se esconden cuando no es su tiempo de ser leídos y reaparecen en el momento adecuado. A veces se acomodan por temas, cosas que no notas hasta haberlos terminado. Este combo que incluye novela, biografía y ciencias políticas vale toda la pena. El tema central es la cultura de cancelación y sus consecuencias. En El Visionario, de Abel Quentin, conocemos a un escritor que en su juventud fue un activista antidiscriminación y termina cancelado en la tercera edad por haber escrito un libro que habla de un poeta negro, sin que él lo sea. Cuchillo, de Salman Rushdie, cuenta cómo vivió el atentado que sufrió el 12 de agosto del 2022, alentado por la fatwa de 1989 emitida por el Ayatolá Ruhollah Jomeiní, líder supremo de Irán en ese entonces, tras la publicación de su novela Los versos satánicos. Y, finalmente, Izquierda no es woke, de Susan Neiman. La próxima vez que se sientan tentados a participar en la cultura de la cancelación, lo pensarán dos veces.
5.- Triste tigre, de Neige Sinno.Tengo toda una columna dedicada al libro, así que mejor vayan para allá a leerlo.https://www.opinion51.com/pamela-cerdeira-2412-literatura-exorcismo/
A propósito, no puse en estas cinco recomendaciones a columnistas de Opinión 51 porque estoy segura de que iba a acabar quedando mal con alguien, porque, como les digo: el rincón oscuro en mi cabeza. Mientras reviso mi lista, veo que se me olvidó escribir la biografía de Elon Musk, por ejemplo. Pero voy a hacer una excepción: Los dos hemisferios de Lucca, de Bárbara Anderson. Y mi recomendación es que no lean el libro, sino que lo escuchen. Está escrito y narrado por la misma Bárbara, que es igualmente buena haciendo las dos cosas. Cuenta la historia de su viaje a la India para tratar a Lucca, su hijo mayor que vive con parálisis cerebral. Escucharla es como entrar a su casa, al cuarto de hotel en la India o llorar con ella en el coche. ¿Cuenta algo en un coche, o era yo la que lloraba mientras escuchaba? No importa. Y mi excepción es porque, además, el próximo año se estrena en Netflix la película de este libro. Así que cuando sea todo un éxito, podrán decir con todo el snobismo que amamos: yo ya leí el libro.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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