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Por Pamela Cerdeira

Un libro  es tres cosas: lo que la autora quiso decir, lo que escribió y lo que el lector entendió, no siempre coinciden. Creo que con las personas pasa igual. Confieso que me aterra escribir algo sobre Margo Glantz, porque soy la persona menos calificada para ello, porque quizá ella lo lea (eso me pone más nerviosa), y porque en mi línea de trabajo, la admiración estorba, y aquí hay mucha. Si están esperando leer una lista de reconocimientos, un recuento de su estudios y logros, pregúntenle a Google, eso no van a encontrar aquí. Esto es lo que sé, o como en un libro, lo que yo entendí.

La conocí en pandemia cuando me regaló más de 40 minutos para una entrevista por Zoom, yo no podía despegar la mirada de la pantalla, una reconocida escritora de entonces 90 años contestaba con una claridad que desvanecía cualquier pregunta. El mundo entero estaba preguntándose cómo sobrevivir el encierro y ella parecía estarlo llevando mejor que nadie. Cualquiera diría que no nos hemos visto más de cinco veces, pero yo podría jurar que conocí a su madre, vi a sus tías y estuve a su lado mientras hablaba con su padre.

La contacté mucho tiempo después para invitarla a formar parte de Opinión 51. Era una enorme apuesta, sabía que iba a decirme que no, pero eran tiempos atrevidos, y para mi sorpresa, dijo que sí. 

Margo dice lo que piensa y piensa lo que escribe. Le gustan las anushkas. Cree que los reconocimientos literarios son importantes en parte porque más personas pueden conocer su trabajo. Es una excelente twittera y debe de tener un pacto con el tiempo pues encuentra espacio para opinar en los chats grupales. Cuando ganó el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria fue muy clara en explicar que no era la primera mujer en recibirlo y en nombrar a quienes lo recibieron antes: Luisa Valenzuela y Diamela Eltit. No quiso decirme que iba a hacer con el dinero del premio. Es incansable, no se detiene. 

Y como en Opinión 51 la invitamos a llenar el cuestionario de Proust, (sí, tenemos un chismógrafo que han respondido algunas columnistas), puedo contarles cosas que Chat GPT no les podría decir:

Considera que ser inconstante es el principal rasgo de su carácter, hace tiempo que no tiene pareja y la cualidad que considera más importante en una mujer es la amistad. De sus amigas espera que la quieran y la comprendan. Cree que tiene muchos defectos y lo que mas le gusta es escribir y ver series. Su idea de la felicidad ha variado, ahora son sus nietos. Le gusta ser lo que es. Ama Paris y ama viajar. El negro, la orquídea y Bach son su color, flor y músico favoritos. No tiene héroe de la vida real pero recuerda mucho a Sergio Pitol. Kafka y Borges están entre sus autores favoritos, Sor Juana y Quevedo los poetas consentidos. Su héroe de ficción es Flash Gordon, la heroína Nefertiti. No tolera que eructen. Lo que mas detesta es olvido y el rencor. Milei le pone mal el cuerpo. Y si le preguntas de qué forma le gustaría morir contesta que de ninguna.

Sé que esto esta lejos de ser el homenaje que merece, pero me encargaré de emparejarlo con unas anushkas.

¡Feliz cumpleaños, Margo!

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@PamCerdeira

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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