Respira
Por Pamela Cerdeira
Camino por una ciudad impecable, no hay basura en las calles, las avenidas son enormes, a pesar de que muchos vehículos circulan por ahí lo hacen con una coordinación milimétrica, en las anchas banquetas conviven peatones, ciclistas y motociclistas, estos últimos se mueven sin una sola precaución ante un semáforo o un transeunte, tienen prisa, si visten de amarillo son repartidores, llevan comida, cosas, lo que sea, en menos de media hora, las 24 horas puedes tener lo que sea que hayas pedido, siempre hay alguien despierto para surtir tus necesidades que como sabemos, pides desde tu teléfono celular.
Es una ciudad grande, tiene alrededor de veinte millones de habitantes, poco más del doble de los que tiene la Ciudad de México, pero lo que resulta sorprendente en medio de sus altísimos y modernísimos edificios, de las luces led que decoran cada esquina, es que tiene 40 años de haberse transformado de un pueblo pesquero a la llamada Silicon Valley de Asia. Alberga el cuarto edificio más alto del mundo, el Ping An Finance Center que fue inaugurado en el 2017, lo superan la Makkah Royal Clock Tower de la Mecca, la Torre de Shanghai y el Burj Khalifa de Dubai.
