Por Pamela Cerdeira
Suelo ser siempre optimista hasta caer en lo ilusa, sin embargo, cuando de política se trata, creo que siempre podemos estar peor. No requiere mucha experiencia llegar a esas conclusiones, pensamos que no podíamos estar peor que con Calderón después de haber iniciado torpemente la sangrienta guerra contra el narco, y llegó Peña Nieto, condenamos la Casa Blanca, nos burlamos tanto de su comedia involuntaria, que dejó de ser chistoso, y justo cuando pensamos que nada podía ser peor, llegó López Obrador y todo lo que ya sabemos: destruir lo bueno, empeorar lo malo, culpar a los demás y vivir para defender su frágil ego mientras el país se cae a pedazos. Si me han seguido hasta aquí, entenderán porqué creo que todavía podemos estar peor.