¡Buenos días! Aprender en cabeza ajena es posible. Lograr la empatía también lo es. Compartir para ayudar a otrxs es, sin duda, un acto de generosidad. Te llevamos hoy una segunda edición muy robusta con el tema de Salud Mental abordado desde diferentes ópticas. En gran medida, los textos hoy parten de la experiencia de nuestras columnistas y también, por supuesto, se apoyan en la ciencia. ¿Empezamos?
Fuerte y cruda puede sonarte la columna que hoy nos comparte Valeria Villa sobre todo si concibes la perfección familiar como una en la que no pasa nada malo, aunque pase. Una en la que hay que guardar las apariencias y sepultar resentimientos para fingir que todo está bien, aunque no esté. ¿Qué harás en la cena de Navidad?
Sin duda, hay quienes aún estigmatizan las visitas a los profesionales de la salud mental, no es el caso de Ivabelle Arroyo que nos presenta hoy la crónica de su errática idea de lo que le causaba ansiedad. Nos lleva a caminar con ella ese proceso angustioso al principio, de búsqueda luego y, finalmente, de plena convicción para recomendar la visita al psiquiatra.
Impostor, merecimiento, oportunidad, talentos, autoestima…¿Qué es lo que permite en un país como México llegar, mantenerse y ascender el escalafón? Viri Ríos nos comparte su opinión sobre el llamado síndrome del impostor y lo que pudiera ser una mejor cura para el mismo.
El ruido me está volviendo loca
Pues sí, el ruido también afecta la salud mental. El organismo no se adapta al ruido, se habitúa. Éste - que es el segundo contaminante ambiental de las ciudades y provoca un daño lento e indoloro en la audición- manda a más mujeres que a hombres al hospital y debe estar en la agenda de quienes buscan postularse en las próximas elecciones, escribe Jimena de Gortari.
Si crees que el amor puede con todo, incluso con la estabilidad de las emociones, no leas a Marilú Acosta porque terminará con las historias románticas que te has fabricado… Eso sí, te dará las claves para ejercitar la tan necesaria salud mental.
Para, conócete y rompe patrones
Mientras estás en el ritmo diario es posible que te pase como a Fátima Masse que -nos cuenta hoy- hasta que paró un poco se percató de que vivía en un estado de agotamiento extremo y crónico que le afectaba en todos los niveles. ¿Qué hizo? ¿Qué ha aprendido? Aquí nos lo comparte con la intención de que sea de utilidad para quien lo necesite. ¿Tú o alguien que conoces muy de cerca, quizá?
Por genética, estilo de vida u otras causas, la cuestión es que los padecimientos mentales están ahí, no son raros ni hacen una persona rara a quién los padece. También todos los días hay un ring en el lugar que lo desees y tú decides si te subes y cómo te subes, nos dice Areli Paz ¿Qué le ha funcionado a ella? Aquí nos lo comparte.
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