Hoy nuestro corazón y pensamiento están con todas y todos los damnificados en Guerrero por el paso del huracán Otis, entre quienes se encuentran nuestras compañeras Sandra Romandía y Soledad Durazo, directora editorial y editora de Opinión 51.
Un huracán poderoso, brutal, el más intenso del Pacífico mexicano (trás Patricia) en toda la historia tocó tierra en Guerrero con vientos dantescos, vientos que se llevaron sueños, casas, recursos, empleos y que dejaron a miles de personas solas, aisladas y sin suministro de luz o de internet por eternas horas. Esa es una prioridad, un tema de seguridad nacional, un suceso que se pone en primera fila de atención... o debería.
Ni siquiera Otis pudo con su iracunda presencia cambiar la miope visión del Presidente. Ni sus ráfagas de 300 kilómetros por hora lo distrajeron de sus deudas personales, de sus vendettas viscerales.
Nada, ni el peor huracán de la historia guerrerense mueve un centímetro su agenda.
Huracán Otis: La energía no se destruye, solo se transforma
Por primera vez, en nuestra historia conocida, un huracán de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, azotó la costa guerrerense del territorio mexicano. En solamente doce horas, su energía se intensificó exponencialmente, haciéndolo pasar de tormenta tropical a huracán. Rosanety Barrios nos lleva por lo que representa la energía de Otis en el cambio climático… la energía solar de este verano, el más caluroso en la historia del mundo moderno, al menos desde que se tiene medición, convertida en viento y agua.
Gobernanza del Riesgo: Ni se hagan las sorprendidas
No hay nada natural en un desastre, los impactos que vemos por la entrada del huracán OTIS a Guerrero son resultado de la falta de gobernanza del riesgo. Nuestra geografía no ha cambiado, con la alta vulnerabilidad climática que tenemos, no podemos fingir sorpresa sobre las afectaciones económicas, de infraestructura y de vidas humanas cada que enfrentamos un evento de clima extremo. Aideé Zamorano nos muestra un panorama de los riesgos y nos dice qué pudimos haber hecho diferente ante un fenómeno natural que no es un mandato divino sino fenómenos que suceden año con año.
La eliminación del FONDEN: el fin de un escudo
Así, sin dejar garantías sólidas para su funcionamiento, en 2021 comenzó a vaciarse este fideicomiso que reportó una bolsa de recursos de 35 mil 140 millones de pesos al cierre de 2020. Daniela Balbino escribe sobre cómo este fondo, creado en 1996, tenía como objetivo proporcionar apoyo a los estados y entidades de la administración pública federal en tiempos de catástrofes naturales.
La eliminación de fideicomisos en México y la tragedia del FONDEN
Tras la desaparición del FONDEN en 2021, la Secretaría del Bienestar gestionó en ese año 2.4 mmdp (49% del total de recursos) en el Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural. Aura Eréndira Martínez Oriol escribe sobre la carencia de los fideicomisos en lo que más ha pregonado: honestidad, valentía, y voluntad para considerar a las personas que tradicionalmente han sido silenciadas, a quienes buscan polarizar con fines que denotan una vocación más que social, puramente electoral.
El ahorro para atender desastres naturales es un recurso muy conveniente para tener suficientes recursos para enfrentar gastos no previstos por un desastre natural, ayuda a no tener que depender de la liquidez del presupuesto del momento o incluso ante la falta de liquidez, evita tener que recortar otros programas -que también son importantes- para poder atender una emergencia.
Siempre hay mejores maneras de gastar ese ahorro, pero no tenerlo siempre es la peor opción, la más mezquina.
¿Cómo crecen los huracanes y de qué va el modelo espagueti? Marilú Acosta escribe sobre por qué Otis fue diferente. Creció con una rapidez sorprendente, era un pequeño bebé que en menos de 24 horas se convirtió en un monstruoso huracán categoría 5. Ningún modelo, ninguna supercomputadora, ningún experto meteorólogo pudo predecir el comportamiento de Otis.
Acuérdate de Acapulco, de aquella noche… mi rey Andresito
El monstruoso huracán Otis , y la brutal ineptitud gubernamental, ayer arrasó Acapulco y evidenció la falta de previsión, se tenía a Patricia de ejemplo… Claudia Pérez Atamoros reflexiona sobre estos fenómenos y cómo las imágenes que han comenzado a circular dan cuenta del desastre de la costera, de la zona turística; porque de aquellas zonas olvidadas, esas, las llamadas populares, las que se presumen como músculo del obradorismo y las que viven al día, solo podemos imaginar su devastación y caos.
Cómo viví el impacto del Huracán Otis en Acapulco
Nuestra directora editorial Sandra Romandía se encuentra en Acapulco y vivió de sorpresa, como miles en Guerrero, el impacto del Huracán Otis. Por breves momentos tuvo internet y nos compartió su relato.
Su dolor no es político. Las víctimas no somos política.
Sus casas, tejabanes caídos, su mercancía mojada, sus mochilas perdidas.
Su paraíso -nuestro- hecho lodo, su economía, sus planes arrojados al piso.
Su desastre, su sonrisa franca hoy desaparecida.
No son parte de su alacena de declaraciones.
Hoy los dolientes de Guerrero pintan una línea:
Decida usted si está del otro lado.
🚨 Si estás buscando a un familiar en Guerrero, el Servicio de Restablecimiento del Contacto entre Familiares de la Cruz Roja Mexicana te puede ayudar:
+52 55 1084 9000 Ext. 1081
rcfsedenacional@cruzrojamexicana.org.mx
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