🏳️🌈 Llegamos a un 28 de junio más: el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+ que nos recuerda que somos un mundo sexualmente diverso y que evoca a la lucha por el derecho a ser diferente llevada a cabo en la revuelta del bar Stonewall, en Nueva York.
Si estás pensando en salir del closet, o conoces a alguien a quien le ronda la idea de hacerlo, o lo haya hecho, esta edición es para ti. ¿Qué significa el famoso coming out? ¿Cómo se vive el proceso y qué consecuencias tiene?
“Imaginemos una fotografía que salió movida, como diría Cortázar, en esos rollos fotográficos de los 90. De un lado mi silueta como hija casi perfecta, de excelentes calificaciones, con novios de buenas familias, con relaciones sanas... del otro lado, la otra silueta deseando de manera tremenda a una que otra mujer, enamorándose en secreto de ellas, incapaz de dar un paso hacia su conquista y decidida a guardar su anhelo hasta la muerte… “, describe Salomé, columnista invitada que explica cómo abrir al mundo su sexualidad la colocó en su propio centro, por fin.
Bárbara Arredondo confiesa que el día que decidió reconocer sus gustos sexoafectivos soltó “los mil hilos imaginarios que sostenía, cada uno de ellos ligado a las opiniones de terceras personas acerca de cómo se debe ver una mujer exitosa (...) Para mí, ser abierta es una declaración de amor incondicional y la esperanza de que el día de mañana ni una persona tenga que morir de miedo por querer diferente”. Algo que la activista Erica Salinas coincide en en que es fundamental: cuando ella le confesó a un sacerdote que le gustaba una niña recibió un fuerte castigo; por eso ahora lucha para que nadie deba pasar por algo similar.
Esa lucha, la de exigir el respeto a las distintas formas de amar, también la ha vivido nuestra columnista Diana J. Torres, quien abrió junto a su entonces novia un bar en la colonia Doctores, en la Ciudad de México, que sufrió una agresión de odio en la que hubo golpes y el incendio de su fachada, solo por ser diferentes.
En contraste con esta realidad de ataques, Laura Manzo destaca que los estudios muestran que cada vez más personas se identifican como parte de la comunidad LGBT+ en el mundo; de hecho las cifras están duplicadas con respecto a 10 años atrás. En ese contexto, el debate por películas infantiles que incluyen un beso lésbico entre dos mamás se diluye frente a una sociedad más abierta que debe comprender que una historia así no impulsa a un niñx a ser homosexual.
Estamos cambiando, observando esas transiciones y siendo parte de una evolución que todxs queremos sea para bien, para el respeto a los derechos humanos universales y al bien común. Esperamos que disfrutes de esta edición especial de Opinión 51.
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