Por Rita Alicia Rodríguez
En el clásico protocolo para escribir la carta a los Reyes Magos deben contemplarse los motivos, la explicación de por qué mereces los regalos, detallar cómo ha sido tu comportamiento y el esfuerzo que has hecho en el tiempo para ser tu mejor versión. Acto seguido, puedes comenzar a enlistar los regalos que esperas y por supuesto, no puedes olvidar el acto genuino de pedir también por los demás.
Si tuviéramos que trasladar esta dinámica infantil a las expectativas del año que inicia seguramente sería un ejercicio donde muchos no saldrían bien librados y también seguramente, más de uno olvidaría ser empático y considerar las necesidades de otros.
Entretanto, me reservo el trámite de los detalles de merecimiento y comportamiento, pero te comparto algunas y solo algunas de las peticiones en mi larga lista:
Reyes Magos, ya tenemos una mujer como nuestra máxima representante, y ese hecho en sí mismo es un motivo para celebrar el cambio en la narrativa del papel de la mujer en todos los ámbitos. Hemos luchado desde distintos foros para que las condiciones de equidad mejoren, pero aún no tenemos la batalla ganada. ¿Sería mucho pedir que realmente se redefiniera el rol de las mujeres? Condiciones laborales factibles y certidumbre jurídica en todos los contextos donde aún son vulneradas.
Reyes Magos, no puedo con la deserción académica de estudiantes que no cuentan con los recursos para seguir estudiando. Necesitan educación de calidad en todos los niveles que les permita hacer frente a la competitividad global. Se requiere un modelo educativo sólido en contenidos, recursos tecnológicos, inclusión y sostenibilidad como ejes de implementación. Para que esto ocurra, también si se pudiera, los maestros deben tener una preparación y sueldos que les permitan reorientar la manera en la que transmiten el conocimiento a sus alumnos.
Reyes Magos, si bien la apertura hacia el nearshoring (relocalización de las empresas en áreas más económicas) seguirá contribuyendo hacia el crecimiento económico también pido tomen en cuenta que este beneficio no es para todos. Los profesionistas que buscan mandos medios y puestos de primer nivel, no tienen las mismas oportunidades para competir por una posición local debido a que estos roles ya están asignados en su mayoría al talento regional. En este entorno, los microempresarios tampoco resultan beneficiados cuando llegan empresas con una infraestructura que fácilmente absorbe los modelos de negocio que, sin apoyo económico, capacitación y seguridad jurídica, les resulta imposible sostener. ¿Podrían apoyar con esto?
Reyes Magos, urge apoyo, en la clase media se vive una incertidumbre del mercado laboral y de oportunidades de crecimiento, se percibe un olvido. Son quienes están viviendo las consecuencias de la contracción de puestos, la desalineación de perfiles y de condiciones de trabajo que distan de permitir una competencia justa para todos.
Reyes Magos, que la implementación del impuesto para las plataformas online sea una medida que permita regular de forma eficiente el comercio digital y también la conciencia de compra inteligente por parte de los consumidores.
Reyes Magos, apoyo para que los grupos en situación de vulnerabilidad (mujeres, niños, adolescentes, comunidad LGBTI, personas con algún tipo de discapacidad, extranjeros, personas pertenecientes a minorías étnicas o pueblos indígenas) tengan las condiciones de igualdad y derechos que les corresponden.
Reyes Magos, ocupamos un plan efectivo que promueva prácticas sustentables que permitan un desempeño significativo orientado a preservar el cuidado ambiental. Para esto, se requiere además de buena voluntad, recursos, responsabilidad y compromiso social.
Y así podría seguirme porque como dicen por ahí, “pedir no cuesta nada” pero de momento detengo este ejercicio con la certeza de que también “el acto de dar es el primero paso para recibir”. Por lo tanto, siempre será una mejor opción el escoger no quedarse en ese espacio cómodo donde sólo se observa y no se actúa; donde nadie se informa y no se compromete a nada.
Construyamos en la reflexión, en la memoria colectiva y ya que estamos en esto, también en el agradecimiento. Demos seguimiento a nuestras inquietudes, pero también a la forma en la que estaremos participando de lo que ocurre a nuestro alrededor.
Entonces, Santos y Reyes, nos vendría bien que sí fueran magos…
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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