Por Rosa Covarrubias
La vida te ha puesto de nueva cuenta en el camino del deporte, un reto que seguramente no será nada sencillo, una papa caliente, algo que no desconoces en absoluto porque en tu carrera deportiva viviste un sinfín de cambios, de irregularidades e injusticias.
En el momento en que los atletas se enteraron de tu llegada a la CONADE, a una gran mayoría les causó ilusión, pero recuerda que con esa misma ilusión han recibido a los anteriores titulares de CONADE, a aquellos que fueron deportistas y prometían un futuro mejor, pero resultó peor.
A lo largo de la historia del deporte en México, la CONADE y el Comité Olímpico Mexicano han tenido amplias diferencias, por lo que los atletas, como decimos en el argot mexicano, o están con Dios o con el Diablo, pero nunca en medio porque les suele ir peor.
Tu conoces las entrañas del deporte, al igual que lo hicieron Raúl González, Ivar Sisniega, Nelson Vargas, Carlos Hermosillo, Jesús Mena y Ana Guevara; tienes claro que el deporte es fundamental en la vida de todo niño, que forma mejores individuos y por ende, heredamos una mejor sociedad.
Mejor que nadie sabes lo que cuesta llegar a unos Juegos Olímpicos con 18 años, que a 3 meses de la competencia todo se vuelva oscuro y el destino se torna complejo por el cambio de entrenador, este tenía que ser así, no había de otra y todos lo sabemos, pero la incertidumbre es el peor enemigo del ser humano y esa hizo su aparición en diversas ocasiones.
Conoces a la perfección lo que es mudarte de ciudad, hacer de tu equipo de entrenamiento tu familia y también sabes lo que es la traición.
En la memoria de muchos mexicanos quedó aquella imagen de 2016, la Copa del Mundo de clavados celebrada en Río, cuando subiste a lo más alto del podio y, por un error, o mejor dicho, la cancelación de un evento por parte del Gobierno mexicano, te tocó recibir tu presea con una playera de Popeye y sin el himno mexicano de fondo porque decidiste cantarlo a capella, momento que sin duda nos emocionó al máximo.
Supiste aprovechar la fama que te dio el Exatlón para levantar la voz en contra de las injusticias que viviste en 2019 por parte de Kiril Todorov, tú mejor que nadie sabes que Ana Guevara estuvo involucrada. Aquellas decisiones te alejaron de los Juegos Panamericanos y de la Serie Mundial, digamos que tu último ciclo Olímpico fue tan tortuoso como el que vivieron los miembros de los deportes acuáticos para 2024, pero tu trabajo y el enfocarte en el deporte te llevó a Tokyo 2020.
Tienes claro que tu nuevo puesto no trata únicamente del alto rendimiento, no sólo importará lo que logren los deportistas al final del ciclo Olímpico en 2028, ni en Campeonatos Mundiales o Juegos Panamericanos y/o Centroamericanos, habrá que construir cimientos fuertes, acercar a la niñez al deporte mediante programas educativos en las escuelas públicas, acercar, porque esa es la palabra, el deporte a todos aquellos que no tienen las posibilidades económicas de practicar una disciplina deportiva, porque sabemos que en México no hay un proyecto similar.
Querido Rommel, ahora serás el encargado de reparar, en mayor o menor medida, todo aquello que se rompió en el sexenio que está por culminar, sólo tú sabes si quieres ser el nudo que ate los extremos o la tijera para seguir cortando la cuerda.
Te deseo el mayor de los éxitos, que esta oportunidad en la CONADE sea tu mejor revancha.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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