Respira
Por Rosa Covarrubias
El mismo partido, pero en un escenario diferente, resultó en la agresión de dos periodistas.
NO, no podemos normalizar lo que durante años se ha justificado con el pretexto de: “son los riesgos de la profesión”. No podemos seguir permitiendo que la violencia en los estadios se asuma como parte del espectáculo ni que los ataques a periodistas queden impunes.
Las agresiones sexuales, principalmente en los estadios o eventos de fútbol, son más comunes de lo que creemos y menos visibles de lo que imaginamos, sobre todo porque el 90 por ciento de las ocasiones son en contra de las mujeres. Regularmente, solíamos callar y no levantar la voz.
David Faitelson lo hizo. Fue agredido en el túnel del estadio Akron: primero, cuando le arrojaron cerveza al rostro; luego, cuando un “aficionado” tocó sus partes íntimas. Una agresión sexual por donde se quiera ver. El periodista de TUDN denunció los hechos en sus redes sociales. Esperemos que, en la redacción de su empresa, no le hayan dicho: “Eres periodista, esos son los riesgos que corremos”.
Me causa indignación el hecho, pero me da gusto que (esperemos) a partir de que Faitelson levantó la voz, la directiva de Chivas y las autoridades del estadio pongan mayor atención a las agresiones sexuales que suceden dentro de los recintos deportivos.
Acotación: el tema de las agresiones sexuales a mis colegas mujeres en los estadios lo abordaré la próxima semana, porque merece un espacio amplio para su discusión.
Para colmo, no fue la única agresión que hubo en el estadio del Guadalajara en esta trilogía de Clásicos contra el América.
El futbolista Kevin Álvarez sufrió una herida en la pierna luego de que un inadaptado social lanzó una botella de vidrio al campo al término del segundo partido realizado en el Akron.
De nuevo, la seguridad del estadio y el famoso Fan ID brillaron por su ausencia en un partido de alto riesgo.
El partido se trasladó a la Ciudad de México para el juego de vuelta de los octavos de final de la Copa de Campeones de la CONCACAF.
Parecía que, al ser un estadio con una mayor cantidad de elementos de seguridad, no habría tantos problemas ni dentro ni fuera del recinto. No fue así.
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