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Como si se tratara de una campaña política presidenciable, así, con bombo y platillo, se dio el anuncio de que México competirá por la sede de los Juegos Olímpicos de 2036.

La propuesta nació el 16 de junio de 2022, cuando Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores, vendió la idea de que México fuera sede en 2036, ¿por qué no? Todo parecía quedaría en eso, una simple propuesta llevada a Palacio Nacional.

Ana Gabriela Guevara, titular de la CONADE, mencionó en septiembre que había hablado con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para exponerle las razones del porqué no es viable realizar unos Juegos Olímpicos en México, el principal dilema, un eminente endeudamiento y la “creación” (o invención) de nuevos impuestos para solventar los gastos que implican traer un evento de tal magnitud al país, justo cuando la economía no pasa por su mejor momento.

Pese a lo expuesto y los consejos de Guevara, el 26 de octubre, aquella idea que a muchos les pareció una locura, se convirtió en una realidad, México competirá por ser sede del 2036 y Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, envió el documento en el que se anuncia su candidatura.

En medio de las explicaciones del porqué México buscará la sede, el Canciller mexicano declaró “si México se propone algo es porque lo vamos a lograr, no vamos a participar a ver si podemos, participamos porque podemos”.

En materia deportiva, es verdad que México ha perdido fuerza a nivel internacional y que el espíritu y movimiento Olímpico son los elementos que impulsaron a tomar esa decisión, la realización de los Juegos no llevará al país a ser una potencia mundial. Para ello se debe trabajar desde las bases, con los niños y jóvenes, mismos que poco a poco han perdido espacios de esparcimiento, por si fuera poco, en nuestro país practicar algún deporte suele ser complejo, por los costos, distancias, etc., además de no haber una continuidad en el fomento y desarrollo de este.

Después de los Juegos Olímpicos de México 1968, se han obtenido 48 preseas: 7 oros, 17 platas y 24 bronces. De las disciplinas en las cuales se subió al podio en aquellos juegos, natación y esgrima no han vuelto a otorgar medallas; en la marcha, boxeo y clavados se ha obtenido una buena cosecha de preseas. Respecto a la infraestructura, la gran mayoría se sigue utilizando en eventos deportivos, es decir, no se han convertido en los famosos elefantes blancos, aunque algunas han sido descuidadas con el paso del tiempo.

En cuestión económica, es cierto que el Gobierno de México solo colaboraría con el 10 por ciento de la inversión para infraestructura, ello se traduce, de acuerdo con las últimas cifras gastadas en Olímpicos, en poco más de 1,000 millones de dólares. Un punto que podría ser en contra de México, es que en la agenda 2020 del COI, destaca que se debe fomentar unos Juegos Olímpicos sostenibles. En Tokyo 2020 vimos avances con preseas hechas de material reciclable y por supuesto, el uso de energías renovables.

La competencia no será sencilla, ciudades como Londres, Inglaterra; Estambul, Turquía y Wuhan, China; además de países como Rusia, Alemania, Corea del Sur y Hungría han demostrado su interés por albergar los Juegos de 2036.

La ciudad ganadora de la sede se conocerá hasta 2029, la cual se elegirá a través de un voto secreto, a partir de ahí, serán 7 años los que se tengan para afinar detalles de cara a los Olímpicos.

@RCova18

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