Por Rosa Covarrubias
Mientras Aitana Bonmatí se encontraba alistándose en París para la gala del Balón de Oro, reconocimiento que año con año realiza la revista France Football a lo mejor del balompié europeo en un año futbolístico, en Suiza, sede de la FIFA se gestaba algo más.
Dos meses después y tras cientos de miles de polémicas en redes sociales, programas de radio y televisión, notas periodísticas, análisis de videos y fotografías, llegó una sanción ejemplar para Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Futbol, tres años de inhabilitación por parte de la la FIFA, por “violar las normas de conducta cívica” y “adoptar una conducta que desprestigie al fútbol y a la FIFA”, todo esto, el 30 de octubre de 2023.
Si bien Rubiales podrá acudir al Tribunal de Arbitraje Deportivo, en Lausana, para apelar la sanción, la situación se ve muy compleja para el expresidente de la RFEF. Él acusa que hubo presión política y mediática en su país para alejarlo de su puesto, alega que el beso fue con consentimiento, pese a que Jennifer Hermoso negó categóricamente en diversas ocasiones que el acto fuera de común acuerdo.