Por Rosa Covarrubias
El reloj no se detiene, el tiempo pasa y se puede convertir en tu mejor amigo o tu peor enemigo.
Una hora, un día, una semana: cada segundo cuenta. No se puede invertir el tiempo en distracciones, en fiestas, amigos, incluso en familia, no cuando eres deportista de alto rendimiento y tu objetivo es llegar a la competencia más importante, esa que solo se realiza cada 4 años.
La preparación no es de meses previos a cada uno de los eventos clasificatorios, son años de entrenamiento, los mismos que se resumen a segundos, minutos o puntos en el día de la competencia, la repetición te lleva a la perfección.