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Por Rosa Covarrubias
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No hay una labor en el mundo más demandante y compleja que la de ser mamá. 

Ser madre implica estar al pendiente de tus hijos 24-7, aunque tengas otro trabajo, sea cerca o lejos de casa, es prácticamente imposible dejar a un lado al cien por ciento la responsabilidad de la crianza de un hijo, es por ello que la gran mayoría de las deportistas aplazan el momento de ser mamás hasta prácticamente el retiro. 

Las atletas de alto rendimiento viven bajo una presión constante, gran parte de su vida la pasan en competencias lejos de casa, viajan constantemente y los campamentos de cara a mundiales o Juegos Olímpicos son, regularmente en países lejanos, es por ello que la maternidad se complica. 

Pero, ¿qué ocurre con aquellas deportistas que se han atrevido a compaginar la maternidad y el deporte?

Han tenido que luchar contracorriente, contra las ideologías de las Federaciones deportivas, patrocinadores y aquellas que estuvieron hace 3 años en periodo de lactancia por estas fechas, también tuvieron que pelear contra las medidas sanitarias impuestas por la pandemia en la búsqueda del sueño olímpico, es más, tuvieron que pelear contra el mismísimo Comité Olímpico Internacional. 

Vamos por partes, cuando eres atleta de alto rendimiento, un poco distinto a una atleta reconocida como profesional a nivel internacional, los obstáculos comienzan en las federaciones deportivas, “no puedes embarazarte porque detrás de ti, vienen atletas más jóvenes y sin intenciones de ser madres en estos momentos”, “podrían desplazarte por los meses que estarás fuera de entrenamiento”, “piénsalo, quieres seguir con tu carrera o prefieres la maternidad”, son algunas de las frases con las que las deportistas se topan constantemente en esta lucha de querer ser madres, pero a la vez, ser atletas de alto rendimiento

Por si fuera poco, cientos de mujeres dedicadas al deporte han tenido que ocultar sus embarazos hasta el quinto o sexto mes, por miedo a que los patrocinadores dejen de apoyarlas económicamente. 

En 20 años de competir en el más alto nivel, Allyson Felix ganó 30 preseas entre Juegos Olímpicos (11) y Campeonatos Mundiales (19), pero la carrera que más trabajo le costó estuvo fuera de las pistas de atletismo; es el rostro de las madres deportistas que se enfrentaron a los monstruos de mil cabezas que representan las grandes marcas. La atleta estadounidense denunció en The New York Times, la intención de Nike de bajarle el 70 por ciento de su patrocinio durante su maternidad, quedando expuestos los atropellos a los que se enfrentan las atletas que deciden ser madres durante sus carreras deportivas. 

Felix dejó un legado importantísimo en el deporte femenino y tras su retiro, apoya a aquellas atletas, no solo de alto rendimiento que optan por la maternidad, obligando a Nike a cambiar sus políticas con sus deportistas que deciden ser madres.

Fue dura crítica de un anuncio de Nike que enaltecía a las atletas que son madres y deportistas a la par, esto en alusión a su atleta más recordada,  la tenista Serena Williams, quien en 2017 compitió en el Australian Open embarazada y quien también fue un parteaguas para apoyar la maternidad en el circuito de la WTA. 

El Mundial de Futbol femenino de Australia-Nueva Zelanda fue un gran reflector para aquellas jugadoras que se convirtieron en madres, una de ellas y quizá, la que se llevó las miradas del mundo entero, incluso desde los Juegos Olímpicos en Tokio, la estadounidense Alex Morgan quien durante la Copa del Mundo manifestó “creo que lo más grande de esto es que puedo traer a mi hija conmigo. En todos estos viajes puedo mostrarle lo que hace su mamá y ella se rodea de muchas mujeres fuertes y confiadas”. 

Morgan no fue la única jugadora que asistió a ese Mundial siendo madre, sus compañeras de selección Julie Ertz y Crystal Dunn, también compaginaron su trabajo como futbolistas con la maternidad, en Estados Unidos, desde hace 25 años, las futbolistas cuentan con un subsidio de cuidado para sus hijos mientras estén en torneos internacionales, algo que, gracias al contrato colectivo ahora también beneficia a los hombres. 

La FIFA fue un paso más allá del COI, mientras que para Tokyo 2020, en plena pandemia, las deportistas que estaban lactando pelearon por llevar a sus hijos con ellas a los Juegos Olímpicos, una lucha que terminó positivamente para las atletas, la FIFA, en julio de 2021, aprobó en su reglamento el derecho de las futbolistas a tener trabajo garantizado y disfrutar de la maternidad al mismo tiempo. 

La lucha continúa, pero hay un nutrido grupo de mujeres deportistas que han peleado por cumplir sus sueños, llegar a unos Juegos Olímpicos y/o Campeonatos Mundiales, con el deseo de ser mamás.

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@RCova18

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.


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