Respira
Por Rosa Covarrubias
Han sido semanas complejas, de análisis, de asimilar lo que ha pasado en los últimos 15 días desde que, en Sydney, la selección de futbol de España se convirtió en campeona del mundo por primera vez en su historia.
Son dos semanas en las que se ha conversado y se han escrito millones de palabras para expresar lo ocurrido en la ceremonia de premiación, en la cual, Luis Rubiales, presidente de la RFEF se llevó el foco de atención luego de ‘pedirle un piquito’ a Jenni Hermoso, un beso no consensuado.
“Podrías haberte negado”, “si le hubiese molestado, no debió festejar en los vestidores”, mientras viajaban en el autobús “no la vi tan enojada, es más, la vi riéndose”, son solo algunas de las frases que hemos escuchado a lo largo de estas dos semanas.
Ahora te pido que inviertas esas frases y te preguntes o a alguna mujer cercana ¿qué hubieras hecho?, ¿podrías haberte negado?, si te molestó ¿por qué festejaste tu triunfo profesional?, tenías que estar enojada o enojado, ¿por qué te ríes?
La última semana de agosto y los primeros días de septiembre deberían ser especiales para las futbolistas, pero en su mayoría, lo han estado padeciendo. Los festejos y reconocimientos para cada una se extendieron a sus lugares de origen, la pregunta obligada de los periodistas, el beso de Rubiales a Jenni Hermoso.
En México, la presencia del Barcelona y Real Madrid se convirtió en una ocasión especial para ver a algunas de las consideradas mejores futbolistas del orbe enfrentar al América y a Tigres. Las blaugranas no vinieron con equipo completo, pero su referente Alexia Putellas, nombrada mejor jugadora del mundo en dos ocasiones y campeona del orbe, decidió asistir a la gira de su equipo en este lado del mundo. La atención previa al juego fue para el tema Rubiales.
Putellas respondió en entrevista exclusiva de TUDN: "Todas queremos lo mismo, que haya respeto hacia nuestra profesión igual que la ha habido durante tantos años y sigue estando en el masculino, simplemente peleamos por eso. También digo que no sólo necesitamos la ayuda de las jugadoras, está claro que la unión es el primer paso pero yo siempre voy a defender que la jugadora es jugadora”.
A Andrea Pereira, jugadora del América y ex seleccionada española, al ser una de “las 15” (así se refieren a las futbolistas que enviaron hace más de 10 meses una misiva a la RFEF para pedir cambios en la selección española femenina), se le cuestionó al respecto: “Al final es de agradecer que por fin todo el mundo vaya en la misma dirección. Creo que esto ya llevaba mucho tiempo, cuando renuncié no había pasado lo del beso, ya llevábamos mucho tiempo viendo cosas que no eran las que tocaba ver dentro de una federación, por fin, por decirlo, todo el mundo ha querido ir a una, se ha volcado con España, las mujeres, es algo positivo”.
La Gala de la UEFA 2023, donde se reconoce a lo mejor del futbol europeo, pasará a la historia como el evento en donde, las ganadoras a mejor entrenador en la rama femenil y mejor jugadora, dieron un discurso emotivo.
“Estoy muy honrada por este premio. Se lo dedico a todo mi equipo y a las jugadoras. También quiero decir que lo ocurrido con en el equipo español me ha dañado mucho, estoy dolida como entrenadora y madre de dos hijas. Se merecen celebrarlo y merecen ser escuchadas. Remarco que queda mucho por andar en el mundo femenino. Dedico el trofeo a la selección española y pido un aplauso para ellas”, este fue el discurso de Sarina Wiegman, cuando se le entregó el premio a mejor entrenadora de un equipo femenil, al llevar a la selección inglesa, por primera vez, a la final del mundial.
Aitana Bonmatí, campeona del mundo, de la liga española y de la Champions femenil y quien, por supuesto, se llevó el galardón a mejor jugadora, no desaprovechó la oportunidad de que los ojos del mundo estuvieran atentos en ese momento: “como sociedad no debemos permitir el abuso de poder en una relación laboral, así como tampoco faltas de respeto. Así que, desde mi compañera Jenni a todas las mujeres que sufren lo mismo, estamos con vosotras”.
Un beso que no debió ser dado, disculpas forzadas; una madre en huelga de hambre en defensa de su hijo y un festejo opacado. Un beso que cambiará la historia de 23 futbolistas, de una selección, de un país entero, del mundo entero.
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