Por Rosa Covarrubias
Este domingo 5 de marzo se cumple un año de una de las historias más lamentables del futbol mexicano.
Aquella tarde de sábado parecía ser un partido más entre Querétaro y Atlas, pero miembros de los llamados “grupos de animación” o barras de ambos equipos, se enfrentaron en una batalla campal que dejó como saldo más de 25 heridos, de acuerdo a reportes oficiales, pese a las imágenes dantescas, no hubo decesos que lamentar; 10 personas detenidas de inicio, posteriormente aumentó la cantidad hasta 72, todas vinculadas a proceso y, por supuesto, la indignación del mundo entero reprobando los actos violentos, incluyendo a la FIFA.