Por Sandra Romandía
El dato me llegó de manera sencilla: el hijo de Guadalupe Taddei, presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), había sido contratado por una ministra abiertamente afín a Morena, el partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Lo consideré increíble, especialmente por el contexto en el que nos encontramos: en medio de la discusión sobre la reforma judicial, una reforma impulsada por el presidente para debilitar al único poder que aún no está bajo el control de su partido, resulta que el hijo recién titulado de la presidenta del árbitro electoral nacional fue contratado la ministra que quiere presidir la Corte. En el equipo de EMEEQUIS, liderado por Santiago Alamilla, no tardamos en investigar.
Rastreamos las nóminas de las tres ministras que, sin rubor alguno, han mostrado su alineación ideológica con Morena y el presidente. Y fue en la ponencia de Yasmín Esquivel, la ministra señalada por haber plagiado su tesis universitaria, donde hallamos el nombre de Luis Rogelio Piñeda Taddei, hijo de Guadalupe Taddei, como secretario auxiliar. No solo eso: su salario asciende a 85 mil pesos mensuales, pese a que para el puesto se exigen al menos dos años de experiencia profesional, algo que no podría cumplir, dado que apenas obtuvo su título de licenciado en Derecho en 2024, como confirman los registros a los que tuvimos acceso en EMEEQUIS. Al descubrir esto, nos parecía tan descabellado que decidimos no publicar hasta corroborar su identidad mediante el acta de nacimiento del joven. Y, efectivamente, era el hijo de la presidenta del INE, ambos de Sonora.
Este hallazgo tiene una profundidad alarmante. Recordemos que cuando Guadalupe Taddei fue designada como presidenta del INE, ya había cuestionamientos sobre su imparcialidad debido a los vínculos familiares con el gobierno federal, ya que varios de sus parientes Taddei forman parte del engranaje morenista. No obstante, se quiso creer en su independencia. Decidimos darle el beneficio de la duda, como muchos hacen con otros casos en los que la vida pública y privada de los individuos toman caminos divergentes. Pero lo que descubrimos en EMEEQUIS resultó ser una bomba de implicaciones políticas de enorme envergadura.
Lo que revelamos no es simplemente un caso de influyentismo, sino el tejido de una red en la que quien está destinado a ser el árbitro electoral en la elección de ministros, jueces y magistrados, tiene a su hijo trabajando al servicio de una ministra clave, cercana al presidente, que podría ser candidata y que, sin duda, juega un rol decisivo en la reforma judicial.
¿Es esto parte de un intercambio de favores? Cuando nuestra reportera Frida Mendoza contactó la ponencia de Yasmín Esquivel para solicitar una entrevista tanto con la ministra como con Luis Rogelio Piñeda Taddei, el personal afirmó no conocer al joven. Pero, tras realizar una búsqueda en sus registros internos, se sorprendieron al encontrar su nombre en las nóminas. En los audios que publicamos, se puede escuchar la incredulidad del personal al verificar su presencia. Entonces, la pregunta que surge es si Luis Rogelio realmente trabaja ahí o es un "aviador", un mero beneficiario de un favor político que percibe un millón de pesos anuales pagados con dinero público, sin tener la experiencia necesaria para el puesto y sin realmente ir a esa oficina.
¿Cómo llegó tan rápido el hijo de Taddei a una posición de tal relevancia? La respuesta apunta a conexiones, recomendaciones y favores políticos. Al tener la oportunidad de entrevistar a Guadalupe Taddei para tener su visión sobre el tema, la noté visiblemente incómoda y nerviosa cuando le planteé las preguntas. Afirmó desconocer si su hijo estaba trabajando allí y negó que hubiera un conflicto de interés, aunque su respuesta resultó poco convincente.
Gracias a la colaboración de colegas y fuentes cercanas a la familia, supimos que Luis Rogelio residía en Sonora hasta hace poco y que, de repente, ha buscado en la Ciudad de México oportunidades laborales en un entorno en el que no tiene experiencia, pero sí cuenta con las conexiones de su madre. Aquí podemos intuir la influencia de favores políticos en su carrera, aunque esto es una especulación.
Lo que no es especulativo es el conflicto ético evidente: el hijo del árbitro que supervisará las elecciones de los ministros está en nómina con una ministra que tiene claras inclinaciones partidistas. Esto es contrario a la independencia que el INE debería garantizar.
Un aspecto más: el INE fue determinante para la asignación de curules en la Cámara de Diputados, un proceso que terminó favoreciendo a Morena y sus aliados. Según nuestras fuentes, Luis Rogelio fue contratado en fechas cercanas a esa decisión, lo que siembra más dudas sobre la actuación de Taddei en esos días cruciales. Durante el periodo de reflexión y debate sobre la reforma judicial, sorprendentemente, Taddei permaneció en silencio cuando más se necesitaba una postura firme del INE. ¿Casualidad?
Finalmente, quiero comentar que a pocas horas de la publicación de nuestro reportaje, el nombre de Piñeda Taddei fue eliminado de la página oficial de la ponencia de Esquivel en la Suprema Corte. Esto no fue casual. Después, el equipo de Esquivel comenzó a contactar a aquellos que compartieron nuestro reportaje en redes, alegando que EMEEQUIS había publicado documentos falsos. Nada más lejos de la verdad: tenemos las pruebas, respaldadas por documentos oficiales, audios y acceso a la plataforma interna de la Corte, donde aparece Luis Rogelio como secretario auxiliar de la ministra Esquivel.
Este episodio nos deja ante una amarga realidad: una vez más, el poder intenta disfrazar la verdad de mentira. Mientras se desarrollan estos eventos, queda cada vez más claro que en la arena política mexicana no queda prácticamente nadie imparcial, fuera del alcance del fanatismo del partido en el poder. En la recta final del mandato de López Obrador, Morena ha decidido concentrar el poder de manera sistemática y cuestionable.
"El poder tiende a corromper, y el poder absoluto corrompe absolutamente". La frase de Lord Acton resuena hoy con más fuerza que nunca en la vida pública de México.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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