Por Sandra Romandía
La reciente condena de 22 años de prisión a Michael Urtecho, ex congresista peruano, procesado por recortar salarios a su personal y cometer otros delitos, nos muestra que en Perú se están juzgando y resolviendo casos de corrupción que por sus características se parecen a los que ocurren en varios países latinoamericanos.
Este escenario de justicia en el país sudamericano contrasta con la realidad en México, donde los "mochasueldos" han permeado en la política de todos los partidos durante décadas, sin que se hayan castigado estas prácticas tan perjudiciales para la sociedad.