Por Señorita Lechuga

Amanecí cansada y tomé el celular.
Amanecí contenta y tomé el celular. 
Amaneci, simplemente, y tomé el celular.

Como un ritual o una meditación, alargar el brazo, desconectar el teléfono del enchufe de luz y tomar el celular y observar otra vez como mi dedo se desliza y desliza, una y otra vez hasta ser enganchada por una canción, por otra cuenta que acceda a mis peticiones y a mis gustos, ese es mi ritual de la mañana. ¿Cuál es el tuyo?. 

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.