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Por Sofía Pérez Gasque 

Como empresaria mexicana, he vivido en carne propia los desafíos y oportunidades que conlleva hacer negocios en nuestro país. Hoy, más que nunca, estamos en un punto crucial donde la incertidumbre comercial nos obliga a repensar nuestro modelo económico. Mientras el mundo se preocupa por los aranceles y la manufactura enfrenta nuevas barreras, existe un sector que puede transformar la economía mexicana: los servicios especializados.

México ha construido su éxito económico en la manufactura, con más del 80% de sus exportaciones dirigidas a Estados Unidos. Sin embargo, esta dependencia nos hace vulnerables a cualquier cambio en las políticas comerciales. La posible imposición de aranceles del 25% a ciertos sectores podría afectar gravemente a industrias clave como la automotriz, el acero y los bienes de consumo.

Pero mientras el comercio de bienes enfrenta obstáculos, el sector servicios a nivel global crece sin frenos. Según la OMC, los servicios representan más del 60% del PIB mundial y están superando en crecimiento a la exportación de bienes físicos.

En mi experiencia, he visto cómo las empresas mexicanas han sabido aprovechar este cambio. Desde startups de tecnología hasta firmas de consultoría financiera, estamos demostrando que México tiene el talento y la capacidad para ser un exportador de servicios de alto valor.

Según el INEGI, la exportación de servicios ha crecido un 11.2% en 2024, destacando el desarrollo de software, el turismo médico y la ingeniería como sectores clave. Sin embargo, aún nos falta una estrategia nacional que impulse este sector con la misma fuerza con la que hemos apoyado la manufactura.

Si queremos que México sea un referente en la exportación de servicios, debemos actuar con determinación. Estas son algunas claves que veo necesarias desde mi perspectiva empresarial:

  1. Formación del talento

    • Necesitamos educación alineada con la demanda global en áreas como inteligencia artificial, fintech y salud digital.
    • Debemos fomentar el bilingüismo y habilidades blandas para la internacionalización.
  2. Infraestructura digital

    • La conectividad sigue siendo un reto. Sin internet de alta velocidad en todo el país, muchas empresas no pueden competir en el mercado global.
  3. Diversificación de mercados

    • Si bien Estados Unidos es un socio clave, debemos mirar hacia Europa, Asia y América Latina como destinos estratégicos para nuestros servicios.
  4. Apoyo gubernamental

    • Las regulaciones deben facilitar la exportación de servicios. Es urgente simplificar trámites y promover tratados específicos para este sector.

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