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Por Sofía Guadarrama

Este fin de semana el presidente Joe Biden anunció que se bajaba de la contienda electoral, con lo cual le abrió la puerta a Kamala Harris para que se postule como candidata a la presidencia de los Estados Unidos de América.

Si Kamala Harris llegara a ser la próxima presidenta de los Estados Unidos, esto sería un hecho histórico, no sólo porque sería la primera mujer en ocupar la Oficina Oval de la Casa Blanca, sino por ser también de origen negro, indio y jamaiquino. Y no sólo eso, es centralista, defensora de los derechos reproductivos de las mujeres y la comunidad LGBTTTIQ+. Totalmente opuesto a la oferta de Donald Trump. 

Además, sería la primera vez que Estados Unidos y México tendrían simultáneamente mujeres en sus respectivas presidencias, lo cual beneficiaría muchísimo a ambas naciones.

Aún no hemos visto todo lo que puede hacer Kamala Harris ya que desde la vicepresidencia ha mantenido un perfil muy bajo, por respeto a Joe Biden. Pero en las próximas semanas veremos a una nueva Kamala.

En México también habrá sorpresas. Aunque muchos auguran que Claudia Sheinbaum Pardo ejercerá bajo las órdenes de Andrés Manuel López Obrador, hay quienes esperamos una gran sorpresa y que las cosas cambien para el bien de las y los mexicanos. Lo que sí es cierto es que cambiará la forma de gobernar. (No se emocionen, tampoco esperen demasiado). Pero, a diferencia del actual presidente de México, Sheinbaum es más tecnócrata y menos visceral. López gobierna desde el púlpito de la politiquería. Y quizá por esa habilidad para sortear las tormentas de la política es que López pudo ganarse un trato menos despectivo por parte de Trump. Sí, ya sé que muchos sienten que Donald Trump humilló a López Obrador. Tal vez, pero pudo ser peor, se los aseguro. Lo humilló sólo lo necesario. Aunque no lo crean, lo necesario para ambos.

Al día de hoy, Trump sostiene que AMLO era o es “un gran tipo”, y eso en política es muy valioso. Donald Trump y López Obrador hablan el mismo lenguaje. Entre ellos no hay malos entendidos. Tienen muy bien medidas las extensiones de sus insultos y nunca se hacen daño.

Ese colmillo es el que le hará falta a Claudia Sheinbaum si es que Donald Trump llega a la presidencia. Ella no tiene la habilidad de Andrés López. Y lo acaba de demostrar este fin de semana al quejarse de un supuesto comentario de Donald Trump en contra de Marcelo Ebrard. 

«Lamento el lenguaje soez del expresidente Trump y desde luego discrepo de su opinión sobre @m_ebrard.Para mí es uno de los mejores servidores públicos de México y será un gran secretario de economía de nuestro país, que nadie debe olvidar, es libre y soberano».

Esto lo hizo después del mensaje publicado por Marcelo Ebrard, sobre el discurso de Donald Trump.

«Cuando te insultan en campaña, como acaba de hacerlo el ex Presidente Trump, siempre hay un propósito electoral: ganar adeptos. Nunca aceptaré calificación de un candidato en el exterior. No me intimida. Defenderé los intereses de México con toda dignidad y firmeza.»

 Realicé una transcripción del discurso de Donald Trump para demostrar que él en ningún momento insultó a Marcelo Ebrard. El problema con Trump es que sufre de disentería verbal. Es decir que dice de todo al mismo tiempo.  

A continuación, les comparto la transcripción:

«México se ha llevado el 35% de la industria automotriz. E hicimos algo muy fuerte. Hicimos algo muy fuerte con México. Saben, cuando estaba construyendo el muro dije: 

—Tienen que darnos 20 mil soldados. 

Y se rieron de mí. Odio cuando se ríen de mí. Lo odio. Qué falta de respeto. Se rieron de mí. 

—No lo haremos. ¿Por qué lo haríamos? 

Dije: 

—Porque tienes que. Estamos construyendo el muro. Tienes gente fluyendo a través de tu país. Queremos 20 mil soldados para protegernos mientras construimos el muro.

Dijeron: 

—No, no, no.

Y luego dijeron, después de que les dije. Aquí va la historia: 

—Si no lo hacen, voy a cobrarles 25% de arancel a cada auto que envíen a Estados Unidos. Y luego será 50% el siguiente mes. Y luego 75%. Y luego irá a 100% y ahí me detendré. 

Y el caballero representando al presidente, (el presidente era un buen tipo. Ya no es presidente, pero era un gran tipo, era un gran tipo, todavía lo es), pero dijo: 

Aquí es donde Trump comienza a perder el orden de su discurso. Se detiene a elogiar a López Obrador mientras narra lo ocurrido con Marcelo Ebrard.

—Me gustaría discutirlo con el presidente. 

Le dije: 

—Cinco minutos, me tengo que ir. Tengo cosas mucho más importantes que hacer.

Y regresó y dijo: 

—Señor presidente, nos encantaría ofrecerles soldados para proteger su muro. Gratis, por supuesto.

Así es como conseguí esos números magníficos en ese hermoso, hermoso gráfico del que hablamos. Nos dieron todo lo que queríamos. Conseguí todo de México. 

A partir de aquí Donald Trump dejó de hablar de Marcelo Ebrard para dar paso a una retahíla de oprobios contra Joe Biden: 

Entonces esta estúpida persona con bajo coeficiente intelectual, es un individuo de bajo C.I. Revisen su C.I. y les garantizo que está en 50 o 60. Y esta negociación contra Putin, el presidente Xi de China, Macron de Francia. Un tipo muy listo. Le dije que iba a hacer algo muy malo para nuestro país. Le dije: 

—Puedes hacerlo, pero vamos a poner una tarifa de 100% en todos los vinos y champañas que vengan de Francia».  

Ahora bien, esto se ha entendido como una falta de comprensión por parte de Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum. ¿Será? ¿Y si no? 

Si algo ha caracterizado a los gobiernos de MORENA es su capacidad para buscar enemigos y culpables. De esta manera pueden justificar sus fracasos. Al gobierno de Claudia Sheinbaum le caería como anillo al dedo que Donald Trump vuelva a ser presidente de los Estados Unidos, porque bien o mal, conocen su juego: yo te insulto, tú me respondes y hacemos como que nos odiamos. Reviviría la soberanía, el nacionalismo y el odio a los norteamericanos. Algo que a López Obrador no le funcionó con Joe Biden y que evidentemente no le funcionaría a Claudia Sheinbaum con Kamala Harris. Joe Biden fue sumamente inteligente al nunca caer en el juego de injurias de AMLO. Kamala Harris tampoco caería en la trampa de esta politiquería barata.

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@SofiGuadarramaC

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