Sofia Guadarrama

En caliente

Muchas cosas siguen igual. Como si no hubiéramos cambiado de presidente.

Por Sofía Guadarrama Collado

Se dice que durante el priísmo la consigna a los soldados y judiciales era «mátalos en caliente». Al día siguiente se informaba sobre un enfrentamiento, en el cual, casualmente, no había fallecido ningún elemento de las fuerzas armadas o de las autoridades.

Los acontecimientos en este primer mes de Claudia Sheinbaum en la presidencia han hecho pensar a la opinión pública y a los expertos que la consigna es «mátalos en caliente». (No es necesario enumerar los casos).

Pero todo parece indicar que la consigna no sólo está dirigida al ejército, sino también a los diputados y senadores para que maten a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a la Constitución, a los órganos autónomos y la democracia.

Ni siquiera podemos hablar sobre un desmantelamiento de la democracia en México. Es un «mátalos en caliente». Claudia Sheinbaum y sus alimañas en el Congreso y el Senado están matando a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y con ella el Estado de Derecho en México.

Al mismo tiempo, MORENA pretende ampliar el poder de la presidenta del INE, Guadalupe Taddei.

No hay vuelta atrás. Los rumores de hace 19 años eran ciertos: López Obrador era un peligro para México. Ya no hay forma de desmentirlo. Su plan desde el principio fue desmantelar el sistema de gobierno mexicano al igual que se hizo en Venezuela y en Nicaragua. Todo bajo el adiestramiento de La Habana.

A pesar del desastre del sexenio pasado, hubo quienes creyeron (y siguen creyendo) que eran exageraciones de quienes pronosticábamos que México iba directo a una dictadura castro-chavista y aseguraron que con Claudia Sheinbaum todo iba a ser diferente.

Muchas cosas siguen igual. Como si no hubiéramos cambiado de presidente. Las únicas diferencias radican en que la presidenta resultó ser más autoritaria y más violenta que su predecesor, quien, a pesar de su coraje, acataba las sentencias del Poder Judicial.

Claudia Sheinbaum está enojada casi todos los días y parece no estar interesada en las mañaneras ni en dialogar con los reporteros. A veces imita a AMLO en su tono de voz, habla más despacio y otras se olvida del disfraz y vuelve a ser ella misma, en su modo amargado. Se lava las manos con el argumento de que no sabe o que no le informaron o que los senadores y diputados son libres de tomar sus propias decisiones. Y cuando ya es imposible ocultar su mano negra, se las voltea a los reporteros con el repetitivo discurso de que los malos son los del Poder Judicial y los del PRIAN. O que en Guanajuato está peor la cosa. La misma fórmula, pero cada vez más aburrida, más patética y más insípida. López Obrador por lo menos tenía gracia y de vez en cuando se aventaba un chiste malo, del cual sólo él y sus matraquerosreían.

El miércoles pasado, con 340 votos a favor, MORENA y sus aliados lograron la mayoría calificada en la Cámara de Diputados para aprobar la reforma antiamparo, iniciativa que pretende blindar las reformas constitucionales contra impugnaciones judiciales. Con esto dejarán al Poder Judicial sin facultades. Estará de adorno la mayor parte del tiempo. Sólo funcionará cuando Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal o Adán Augusto así lo decidan.

La semana pasada, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, confirmó la renuncia de 8 de sus 11 ministros.

“Es un acto de congruencia y respeto a la Constitución”, escribió Norma Piña

“Conservo mi fe en que seremos capaces, como nación, como sociedad, como ciudadanas y ciudadanos, de identificar el tremendo error que ello implica y corregir el camino antes de que sea demasiado tarde, antes de que hayamos derrumbado, en un suspiro, lo que generaciones se esforzaron décadas en construir” escribió el ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá

Más de 580 jueces y magistrados han rechazado participar en el proceso electoral de la patética tómbola que nos costará 12 mil 839 millones de pesos… Sólo para tener 881 jueces a modo.

Al mismo tiempo se rumora que la Secretaría de Organización de MORENA ya dio la orden a sus diputados y senadores de que hagan campaña a favor de Lenia Batres para que sea la próxima presidenta de la Corte.

Consumaron el atropello a las y los mexicanos con la llamada “supremacía constitucional”. Gobernarán sin contrapesos, sin obstáculos, sin límites. La Carta Magna podrá ser utilizado como papel de baño para la presidenta con A de autoritaria.

Ningún ciudadano podrá recurrir al Poder Judicial para defenderse de los abusos de poder de este gobierno. Quedamos indefensos. La presidenta y el partido MORENA podrán violar la ley con todo descaro y violar nuestros derechos humanos y legales. Nos dejan sin la posibilidad de ampararnos, sin jueces, sin magistrados y sin ministros. La ley únicamente estará disponible para los militantes de MORENA y los que tengan dinero. Mucho dinero.

“Que quieres arreglar este asunto, ve con aquel juez de Monreal”.

“Que necesitas un amparo, busca al juez de Adán Augusto”.

Tengan la certeza de que cuando se consume este atropello a la nación, cualquier crítica al gobierno será perseguida y penalizada.