Por Sofía Guadarrama Collado
El pensador alemán y opositor del nazismo, Dietrich Bonhoeffer, describió «la estupidez colectiva» como un fenómeno sociológico que puede llevar al declive de las sociedades.
La concentración del poder en líderes populistas como Donald Trump con sus políticas proteccionistas y populistas; López Obrador y Claudia Sheinbaum y sus políticas castro-chavistas; y el reciente nacionalismo de algunos políticos canadienses están afectando negativamente la democracia y están creando un ambiente de inestabilidad que podrían llevarnos a la desintegración del T-MEC.
El T-MEC, sucesor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ha sido esencial para la integración económica de la región. Desde su incorporación en 1994, México ha jugado un papel crucial en el comercio norteamericano.
Sin embargo, líderes como Doug Ford, jefe de gobierno de Ontario, han adoptado una postura proteccionista y están promoviendo el nacionalismo económico que podría dejar a México fuera del Tratado de Libre Comercio. Su argumento es que México está perjudicando a la industria automotriz canadiense. Con justa razón, Ford está reclamando que México no impone aranceles a los automóviles chinos. Ergo, Justin Trudeau ha endurecido su postura hacia México.
En su conferencia de prensa, Claudia Sheinbaum leyó una carta dirigida a Donald Trump con la que “pretendía” convencerlo (en realidad a su cúpula) de todos los beneficios del T-MEC. Y no sólo eso, lo amenazó con la pueril advertencia de que por cada arancel que Estados Unidos imponga a México, nuestra nación impondrá otro a ellos. Una amenaza ridícula por donde se le vea. Tanto así que una voz (cuentan las malas lenguas que de La Chingada) le mandó un mensaje por medio de la RAYUELA en La Jornada que decía así:
“Mucho cuidado con el tono, chula, recomendaría don Lázaro. No se trata precisamente de una personalidad sensata”.
Eso está bien para sus huestes. Pero si algo debimos aprenderle a Andrés Manuel López Obrador fue distinguir la demagogia rancia, pues si alguien sabe detectarla es él. Y la postura de Canadá, como bien lo diría AMLO, es pura politiquería, para ganar votos en las siguientes elecciones y por supuesto, para beneficiarse más con la revisión del T-MEC en 2026. Es muy probable que si el T-MEC continúa, los más beneficiados serán Canadá y Estados Unidos.
En este segundo periodo, Donald Trump será un presidente súper poderoso. Mucho más arrogante que hace ocho años, cuando inició su primer periodo. Cierto que debemos tomar en serio todo lo que dice. Pero también debemos tener presente que sus amenazas son demagogia, politiquería, fanfarronería. No hay que olvidar jamás que es un acosador, es el bully de la escuela y un aspirante a dictador.
México ha sido por décadas el chivo con el que los gobiernos norteamericanos han expiado sus culpas por el alto consumo de drogas en su país y por su incapacidad para controlarlo desde adentro. Trump necesita más combustible que resultados. «Miren, miren cómo quemamos al chivo expiatorio. ¡Vean cómo arde!»
En algo tiene razón Claudia Sheinbaum: a Estados Unidos le beneficia más el T-MEC de lo que Donald Trump pretende hacer creer a sus votantes. Pero también hay que tener en mente que el futuro presidente de Estados Unidos sabe lo que hace. Si realmente quisiera imponer aranceles lo haría sin anunciarlo. Pero este aviso, con tanta anticipación era para negociar con México los miles de soldados en la frontera que evitarán el cruce de indocumentados a su país y un mayor combate al narcotráfico.
En mi columna del 12 de noviembre escribí:
“Trump será un presidente más poderoso. Pero también Sheinbaum [López Obrador], de tal forma que las negociaciones serán mucho más fáciles. Hablan el mismo lenguaje. Trump es un negociador. Conseguirá lo que quiere: 40 mil o 60 mil agentes de la Guardia Nacional cuidando la frontera norte y sur de México para que no pasen los inmigrantes centroamericanos, un nuevo tratado de libre comercio que beneficie a Estados Unidos y le dé la espalda a China y quizá, no es muy seguro, pero, tal vez, una guerra contra el narco”.
El pasado miércoles 27 de noviembre Donald Trump publicó en su red social
“México impedirá que la gente vaya a nuestra frontera sur, con efecto inmediato. Esto contribuirá en gran medida a detener la invasión ilegal de Estados Unidos”.
No será tan sencillo sacar a México del T-MEC. Pero eso sí, digámosle adiós a Tesla, porque eso sí es un sueño guajiro. «Hasta la vista, Tesla».
Donald Trump ya prometió aranceles del 200% a vehículos eléctricos chinos, lo que protegería a Tesla de la competencia asiática. Además, dará incentivos fiscales adicionales para la compra de vehículos eléctricos y más inversiones en infraestructura que beneficien a las empresas de Musk, como Tesla y SpaceX.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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