Por Sofía Pérez Gasque

En 1894, el Congreso Internacional para la formación de los Juegos Olímpicos declaró que las mujeres no podían participar en las actividades deportivas.

Las Olimpiadas, tanto los Juegos Olímpicos de Verano como los de Invierno, son el evento deportivo más grande y prestigioso del mundo. Celebrados cada cuatro años, estos juegos reúnen a atletas de todas las naciones para competir en un amplio abanico de disciplinas deportivas.

Más allá de la emoción y la competencia, las Olimpiadas juegan un papel crucial en el desarrollo y promoción del deporte a nivel global.

Las Olimpiadas son una plataforma poderosa para promover el deporte y el ejercicio entre personas de todas las edades. Al ver a atletas de élite competir y alcanzar logros extraordinarios, muchas personas se sienten inspiradas a participar en actividades físicas y a adoptar un estilo de vida más saludable.

Los medios de comunicación juegan un papel esencial en esta promoción, transmitiendo los eventos olímpicos a millones de espectadores en todo el mundo y destacando historias de superación y esfuerzo.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.