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Por Sofía Pérez Gasque Muslera

Los mercados de abastos y los mercados municipales en México son fundamentales para la economía local y el sustento de innumerables familias, especialmente aquellas lideradas por mujeres. 

En el país, existen aproximadamente 1,200 mercados de abasto, que no solo son centros de venta de productos frescos y locales, sino también espacios vitales para el comercio y la interacción social. Estos mercados representan una parte significativa de la economía informal y formal, contribuyendo al sustento de miles de emprendedores. 

La importancia económica de estos mercados es notable. Se estima que el comercio en los mercados representa alrededor del 8.5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Este porcentaje puede parecer pequeño, pero considerando que el PIB de México es superior a 2 billones de dólares, la cifra se traduce en miles de millones de dólares que circulan a través de estas plataformas comerciales. Además, los mercados generan empleo directo e indirecto para miles de personas, lo que contribuye a la estabilidad económica en las comunidades. 

La participación de las mujeres en estos mercados es crucial. Las mujeres representan una proporción significativa de los vendedores en los mercados, donde muchas inician sus negocios vendiendo alimentos, artesanías y otros productos locales. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), cerca del 36% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en México son dirigidas por mujeres. Sin embargo, muchas operan en la informalidad, lo que limita su acceso a financiamiento y a programas de apoyo gubernamental. 

El entorno que ofrecen los mercados es propicio para el emprendimiento femenino. 

Estos espacios permiten a las mujeres emprendedoras establecer redes comerciales, acceder a una clientela regular y desarrollar habilidades empresariales. Además, al ser centros comunitarios, los mercados fomentan un sentido de pertenencia y colaboración entre las empresarias, lo que puede resultar en un apoyo mutuo invaluable. 

A pesar de su importancia, las mujeres enfrentan desafíos significativos en este sector. 

La falta de acceso a financiamiento es uno de los obstáculos más grandes. Muchas mujeres emprendedoras carecen de las herramientas necesarias para formalizar sus negocios y acceder a créditos que les permitan crecer. Por ello, es fundamental implementar políticas públicas que promuevan la inclusión financiera y ofrezcan capacitación específica para ayudar a estas empresarias a superar barreras.

Además, los mercados pueden convertirse en espacios donde se promueva la igualdad de género y se empodere a las mujeres. Al fomentar su participación activa en estos entornos comerciales, se contribuye no solo al desarrollo económico local, sino también al avance hacia una mayor equidad en el ámbito empresarial. 

Los mercados de abastos y municipales son vitales para la economía mexicana y representan una oportunidad significativa para el emprendimiento femenino. Fomentar la participación activa de las mujeres en estos espacios no solo fortalece sus negocios individuales, sino que también contribuye al desarrollo económico sostenible del país. 

Es imperativo seguir apoyando iniciativas que promuevan el emprendimiento femenino y faciliten el acceso a recursos y oportunidades dentro de este sector clave. La integración efectiva de las mujeres en estos mercados puede ser un motor poderoso para el crecimiento económico y social en México.

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@SofiaPerezGM

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