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Por Sofía Pérez Gasque Muslera

La ola de diversidad y equidad que inundó las empresas estadounidenses en los últimos años parece estar retrocediendo. Cada vez más compañías están reduciendo o eliminando por completo sus programas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI), generando un intenso debate sobre las implicaciones de esta decisión.

¿Por qué este cambio?

Las razones detrás de este fenómeno son múltiples y complejas:

  • Presión política: El clima político actual, marcado por un creciente conservadurismo y un discurso polarizado, ha generado un ambiente menos favorable para las políticas de DEI. Las empresas, buscando evitar controversias y posibles boicots, optan por adoptar posturas más neutrales o incluso alineadas con las tendencias conservadoras.
  • Presiones económicas: Algunas empresas argumentan que los programas de DEI son costosos y no generan un retorno de la inversión medible a corto plazo. En un contexto económico desafiante, priorizan otras iniciativas que consideran más rentables.
  • Miedo a demandas: El temor a enfrentar demandas por discriminación positiva o cuotas ha llevado a algunas compañías a ser más cautelosas en sus iniciativas de diversidad, buscando evitar posibles litigios.
  • Cansancio por la "cultura woke": Un creciente rechazo a la "cultura woke" y a las políticas de identidad ha llevado a algunas empresas a distanciarse de las políticas asociadas con esta tendencia, temiendo alienar a una parte de su base de clientes.
  • Presión de los accionistas: Algunos accionistas activistas presionan a las empresas para que se enfoquen en maximizar los beneficios a corto plazo y reduzcan los gastos en programas que no consideran directamente relacionados con el desempeño financiero.
  • Dificultad para medir el impacto: La medición del impacto de los programas de DEI es compleja y a menudo se basa en indicadores a largo plazo. La falta de métricas claras y contundentes puede generar dudas sobre la efectividad de estas iniciativas.

La eliminación de los programas de DEI tiene consecuencias directas para las mujeres:

  • Menos oportunidades: Las mujeres, históricamente subrepresentadas en muchos sectores, se verán afectadas por la reducción de programas diseñados para promover su ascenso y participación en puestos de liderazgo.
  • Mayor desigualdad: Sin políticas de DEI, la brecha salarial de género y la desigualdad en el acceso a oportunidades podrían aumentar.
  • Retroceso en los avances: Las mujeres han logrado avances significativos en las últimas décadas gracias a las políticas de DEI. Revertir estos programas podría significar un retroceso en estos logros.
  • Clima laboral menos inclusivo: Un entorno laboral menos diverso e inclusivo puede generar sentimientos de aislamiento y discriminación en las mujeres, afectando su bienestar y productividad.

El futuro de las políticas de DEI en las empresas estadounidenses es incierto. Es probable que aumente la polarización: El debate sobre las políticas de DEI continuará polarizando a la sociedad y al mundo empresarial y habrá mayor presión sobre las empresas: Las empresas enfrentarán una mayor presión por parte de los consumidores, empleados y accionistas para mantener sus compromisos con la diversidad y la inclusión.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.