Por Sofía Pérez Gasque Muslera
La sección de Hombres Empresarios: un desatino en tiempos de igualdad y empatía
El pasado 15 de enero de 2025, la Cámara Nacional de Comercio (CANACO) de Chihuahua celebró un evento que, lejos de marcar un paso hacia la inclusión y el progreso, refleja la insensibilidad y la falta de empatía de quienes lo impulsaron: la inauguración de la Sección de Hombres Empresarios.
Este suceso, presentado como un hito para fortalecer el ecosistema empresarial local, demuestra una desconexión total con el contexto social actual y un lamentable retroceso en la lucha por la equidad de género y la igualdad de oportunidades.
Un evento desconectado de la realidad
En un país donde las mujeres seguimos luchando por ocupar el lugar que nos corresponde en todos los sectores de la sociedad, la creación de una sección empresarial exclusiva para hombres parece, por no decirlo de otra forma, un retroceso monumental. No sólo es desafortunado, sino también profundamente erróneo en un contexto donde organizaciones y movimientos luchamos por una mayor representación y participación femenina en el mundo empresarial.
El evento, que se llevó a cabo con la presencia de figuras del ámbito empresarial local, fue encabezado por Omar Armendáriz Jurado, Presidente de CANACO, quien destacó la relevancia de esta nueva sección como un medio para promover el liderazgo empresarial masculino. Si bien la intención de fomentar alianzas estratégicas y el desarrollo económico puede sonar loable, el hecho de que se hable de un liderazgo exclusivamente masculino pone en evidencia una grave falta de comprensión sobre el significado de la igualdad y la equidad de género.
Es innegable que el fortalecimiento del ecosistema empresarial local debe involucrar a todas y todos los actores, sin importar su género o cualquier otra característica. Sin embargo, en un momento histórico en el que la lucha por la inclusión es más urgente que nunca, crear una sección exclusivamente para hombres no solo es innecesario, sino que perpetúa la exclusión de las mujeres en el ámbito empresarial. Mientras se buscan nuevas maneras de impulsar el liderazgo femenino, este tipo de iniciativas envían un mensaje totalmente opuesto.
Para rematar….
Durante la ceremonia, el Lic. Omar Armendáriz destacó la relevancia de la nueva Sección de Hombres Empresarios, enfatizando que su objetivo es promover el liderazgo empresarial masculino, fomentar alianzas estratégicas y contribuir al crecimiento sostenible de los negocios locales y a la innovación. Sin embargo, se le olvidó al presidente que la verdadera innovación no puede surgir de un solo grupo homogéneo, sino de la diversidad de pensamientos y enfoques que solo pueden ser impulsados por la participación activa de ambos géneros.
Numerosos estudios demuestran que los equipos con una composición equitativa de género son más efectivos en la toma de decisiones y son hasta un 15% más productivos que aquellos conformados únicamente por hombres. Además, las empresas que promueven la igualdad de género tienen un 20% más de probabilidad de generar beneficios económicos por encima de la media de su sector.
Por tanto, la colaboración genuina, no la exclusión, es la que realmente puede abrir espacios de innovación y crecimiento sostenible.
La falta de empatía de un medio que no comprende las cifras de equidad
Lo más alarmante es que un medio de comunicación local, en lugar de cuestionar esta medida, la apoya y presenta este evento como algo positivo para la comunidad empresarial. Al hacerlo, el medio parece ignorar las cifras de equidad de género que siguen siendo alarmantemente desiguales en el ámbito empresarial.
De hecho, a nivel nacional, los datos son más que reveladores: de los siete organismos del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) con derecho a voto en México, ninguno tiene una mujer presidenta. La participación de las mujeres en los consejos directivos de los organismos empresariales es inferior al 10%.
En este contexto, cabe preguntarse: ¿quién les dijo a los empresarios que los hombres no estaban representados en los organismos empresariales? Y que aún más requieren una sección para “fortalecer su participación”. Si el liderazgo empresarial masculino ya está sobrerrepresentado, ¿por qué seguir segmentando los espacios empresariales de esta forma?
Al aplaudir la creación de una sección exclusiva para hombres, el medio no solo se aleja de las preocupaciones sociales contemporáneas, sino que también demuestra una preocupante falta de empatía hacia quienes, por generaciones, han sido sistemáticamente excluidas de las esferas de poder económico.