Por Sonia Garza González
En un mundo cada vez más digital y cambiante, la tecnología puede considerarse una aliada que nos ha permitido mejorar nuestra calidad de vida en diversos ámbitos: personal, formativo, laboral, en la medicina y hasta en los negocios.
El aumento exponencial de la capacidad de almacenamiento, transmisión y procesamiento de datos, junto con la reducción de costos, supone el comienzo de una era que los especialistas han reconocido, con toda propiedad, la “era de los datos”. Desde hace algunas décadas, vivimos un periodo de transformación acelerada de la economía, la sociedad y los modos de vida. Y estas transformaciones están impactando de manera particularmente profunda el ámbito productivo.
Con los avances graduales de la tecnología ―como consecuencia de la mejora del hardware, el aumento en la potencia de procesamiento de los sistemas informáticos y el desarrollo de algoritmos de aprendizaje automático más complejos― surge un boom de un fenómeno que oímos casi todos los días, el cual se denomina: inteligencia artificial (IA), concepto que grosso modo se explica como el conjunto de técnicas de software que permite crear combinaciones de algoritmos, modelos matemáticos complejos y patrones.
Actualmente, todos interactuamos con inteligencia artificial: los teléfonos inteligentes, las plataformas de streaming, los sistemas de geolocalización o los algoritmos de las redes sociales son algunos ejemplos.
En el mundo empresarial sus aplicaciones son diversas y más amplias de lo que nos imaginamos. La IA se utiliza en una amplia gama de aplicaciones para mejorar la eficiencia, la toma de decisiones y la competitividad. Y para prueba, expondré ejemplos que he recopilado mediante lecturas, charlas con expertos y monitoreo de noticias:
- En el campo del marketing y la publicidad, se utilizan algoritmos de IA para analizar datos de clientes y segmentar audiencias, lo que permite personalizar campañas publicitarias y mensajes promocionales.
- En el ámbito de la atención al cliente, los chatbots impulsados por IA se utilizan cada vez más para brindar respuestas automáticas a consultas frecuentes, proporcionar soporte básico e incluso realizar transacciones simples. Esto ayuda a reducir la carga de trabajo del personal de atención y brinda respuestas rápidas a los clientes.
- En la industria manufacturera, la IA se aplica en sistemas de automatización y control de procesos. Algunos robots industriales equipados con IA pueden realizar tareas complejas y repetitivas con alta precisión y velocidad, lo que aumenta la eficiencia y reduce los errores.
- En el campo de la logística y el transporte, los algoritmos de IA se utilizan para optimizar rutas de entrega, gestionar inventarios y predecir la demanda de productos. Esto ayuda a reducir los costos operativos y mejorar la eficiencia de las operaciones logísticas.
En actividades de reclutamiento y contratación, los algoritmos pueden analizar currículums, realizar evaluaciones de habilidades y entrevistas virtuales.
Con estos ejemplos quiero enfatizar que la IA es una herramienta poderosa e indispensable en el mundo de los negocios, en virtud de que automatiza y optimiza procesos; proporciona información y análisis basados en datos reales, a veces incluso en tiempo real, además de que desarrolla soluciones innovadoras al identificar necesidades y exigencias del ecosistema empresarial.
No es sencillo comprender los múltiples tecnicismos inherentes a la IA. Sin embargo, de la mano de expertos, aprovechemos los beneficios de la tecnología más transformadora de nuestra era.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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