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Por Sonia Garza González

Hay temas incómodos que debemos conversar en familia, pareja y hasta abordarlos desde la introspección, porque son esenciales para afrontar situaciones de diversa índole. Y para esta entrega me refiero al ahorro. Quiero empezar desde el origen del término, el cual es bastante interesante: proviene del árabe hurrde condición libre y se refería al esclavo o prisionero que iba a ser liberado, por lo que el ahorro era la acción de ir juntando dinero para obtener la libertad. 


En el siglo XVII, el término "ahorrar" adquirió el sentido de liberarse de un gasto o esfuerzo. Para el siglo XVIII, se adaptó al concepto actual de economizar, reservar una parte de los ingresos para necesidades futuras. 


Lo anterior sin omitir que, en la Antigüedad, culturas como la Mesopotámica, los egipcios y los chinos tenían la concepción de almacenar granos y otros recursos en tiempos de abundancia. 


A siglos de distancia, el ahorro es un ejercicio, práctica o estrategia para construir futuro. Pensar y procurar el mañana con algunos excedentes del presente. O bien, implica sacrificar un consumo actual por un consumo futuro. Con seguridad en más de una ocasión has oído hablar de la cultura del ahorro. ¿Forma parte de tu estilo de vida?


La Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023, que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en colaboración con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), presenta información estadística a nivel nacional, y por entidad federativa, sobre la salud financiera de la población de 18 años y más en México. 


La ENSAFI define la salud financiera como el estado que posibilita a las personas manejar sus finanzas de manera adecuada (control). Lo anterior permite que hagan frente a sus gastos cotidianos (seguridad), afronten variaciones negativas en sus flujos de ingresos y aumentos inesperados de sus gastos (resiliencia), logren sus metas y aprovechen oportunidades para lograr su bienestar y movilidad económica (libertad).


Los datos no son muy alentadores. Veamos algunos:

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.