Por Sonia Garza González, Presidenta Nacional de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa (AMMJE), Consejera Nacional de COPARMEX, de COPARMEX NL y de CAINTRA NL. Seleccionada en el 2022, como una de las 100 Mujeres Poderosas de los Negocios por la revista Expansión.
Para esta colaboración deseo exponer ―o al menos esbozar para futuras líneas― planteamientos sobre dos temas transversales. Espero desarrollar adecuadamente mi duda hipotética.
Marzo es un mes altamente significativo para las mujeres en el mundo. Desde diversos ámbitos, los colectivos se fortalecen para exponer los avances y pendientes en torno a las distintas causas que abanderan.
Estoy segura que más de una, apreciable lectora, ha escuchado a personas que cuestionan la existencia de “días internacionales”, particularmente la efeméride del 8 de marzo. Cada día internacional sobrepasa la falta de atención debida para atender un problema complejo y, por ello, transitó por un largo proceso de gestión y presión para que los Estados parte de la ONU lleguen a acuerdos concretos de solución. Una vez que se legitima, todos los grupos sociales que impulsaron tal día (gobiernos, la sociedad civil, el sector público y el privado, las escuelas, las universidades y, en general, los ciudadanos), lo adoptan como un poderoso instrumento de promoción, sensibilización y demanda.