Por Sonia Garza González, Presidenta Nacional de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa (AMMJE), Consejera Nacional de COPARMEX, de COPARMEX NL y de CAINTRA NL. Seleccionada en el 2022 y 2023, como una de las 100 Mujeres Poderosas de los Negocios por la revista Expansión.
Desde hace unos días, la fiebre del “Mes del amor y la amistad” se intensifica debido a los grandes despliegues publicitarios. Como líder empresarial, obviamente monitoreo los pronósticos que vaticinan la derrama económica que se generará a nivel nacional, evidentemente deseo que les vaya súper bien a los emprendimientos relacionados con hospedaje, restaurantes, tiendas departamentales, dulcerías, pastelerías y florerías, etc., al tiempo que deseo que las expresiones de amor y amistad sean realmente genuinas, con intenciones de sumar y aportar, de respetar, valorar y disfrutar.
Más allá del consumo de esta efeméride social, considero que deberíamos estar conscientes de que no hay mejor forma de disfrutar esos sentimientos a plenitud, que cultivando relaciones afectivas sanas.
Todavía me cimbran algunos datos que se dispararon durante el confinamiento ocasionado por la pandemia, cuando la violencia contra las mujeres y las niñas –en distintas modalidades y tipos– se intensificó en países de todo el mundo, reconociendo un incremento exponencial de las llamadas a las líneas de atención de casos de violencia en el hogar. Con el paso de los años, ¿será que habrá cambios significativos en las estadísticas? Es una pregunta que requiere una investigación crítica.