Por Sonia Garza González
La participación de las mujeres en la actividad económica es fundamental para el crecimiento de la economía de cualquier país. Es importante generar oportunidades y garantizar su inclusión en el mercado laboral con empleos bien remunerados y de calidad. Pero es crucial apoyar a aquellas que se atreven a apostar por el camino del emprendimiento.
Asumiendo un rol de socias o siendo propietarias de negocios, miles de mujeres hemos demostrado que somos capaces de generar no solo valor económico, sino también valor social al interior de las empresas y al entorno local, pues buscamos impulsar el desarrollo humano y social.
Es cierto que tradicionalmente, las mujeres han adoptado mayoritariamente un papel secundario en la vida pública y empresarial. Por fortuna, la sociedad ha evolucionado y cada vez son más las mujeres empresarias líderes y ejemplos de inspiración.