Por Sonia Serrano

La semana pasada, los diputados federales dieron el primer paso para desaparecer siete organismos autónomos, al votar la iniciativa en comisiones. Entre estas instituciones que se pretende eliminar está el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

Sé que en cada uno de los organismos habrá elementos que permitirían su defensa, sobre todo de los sectores que se verán afectados con su desaparición. Sin embargo, hablaré solo del INAI, por lo que la transparencia ha significado para el periodismo, oficio al que me dedico.

El acceso a la información es un derecho humano. Las reformas y las estructuras institucionales que se implementaron para hacerlo valer han permitido a los periodistas y a los ciudadanos en general tener acceso a información y documentos oficiales que, de otra forma, nunca se habrían conocido.

Los funcionarios públicos, casi en general, creen que la información que está bajo su resguardo les pertenece. Algunas veces simplemente porque están al frente de una dependencia, pero también porque con ello se cubre la corrupción y la ineficiencia.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.