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Por Sophia Huett

Parece obvio: para disminuir la violencia, los homicidios y los delitos en general, es necesario detener a los criminales. Pero en la práctica, en el pasado inmediato no fue así. 

 

Mientras las organizaciones delictivas buscaban cómo expandirse en territorio y actividad, hubo quienes buscaron el hilo negro y tiraron todo lo construido, sin saber que les habría valido menos frustraciones. 

 

En el año 2018 la Policía Federal (sí existió y si funcionó) con menos de 40 mil integrantes detuvo a 21 mil personas incluyendo líderes criminales. En 2023, con 126 mil integrantes, la institución civil que se propuso para lograr lo nunca logrado por el pasado, detuvo y puso a disposición del ministerio público a 2,616 personas. 

 

Por si acaso los 19 mil detenidos menos no dolieran a la seguridad del país, los delitos registrados en las puestas a disposición por cada persona ante el ministerio público en 2023, también llegaron al número histórico más bajo: 2 mil 717, de los que solo 22 corresponden a la delincuencia organizada (cifras del INEGI). 

 

En 2019, cuando se vivió la transición de la Policía Federal a la Guardia Nacional, con acuerdo de todos los partidos políticos, por 9 mil 155 detenidos se registraron 51 mil 666 delitos. 

¿Qué quiere decir que a un detenido se le registren varios delitos? Un detenido por robo, está relacionado con delincuencia organizada, cometiendo delitos en materia de armas y es señalado por lesiones. Eso nos da un total de cuatro delitos por un solo detenido; ahora pensemos en los casos de investigación, cuántos delitos pueden registrarse en una detención de alto impacto. 

 

Otro de los escenarios es detener a alguien en flagrancia… y ya. 

 

En términos numéricos, en 2023 para detener a una persona y ponerla a disposición del ministerio público, se requirieron a 48 integrantes de la Guardia Nacional, mientras que hasta el 2018 se necesitó de 1.7 policías de la federación por cada detenido. 

 

En los dos últimos años se amplió la presencia y disputa de las grandes organizaciones delictivas en México: al percibir un vacío, se dedicaron a generar franquicias y ampliar el abanico de sus actividades criminales. 

 

¿Cuál es el reto? Mayor número de detenciones de líderes criminales de primer nivel, sin que sea la flagrancia la detención (casi) diaria de cada día, porque son sustituibles cuando el grupo delictivo mantiene recursos y capacidades criminales. 

 

Hay que lograr que el delincuente gaste más tiempo en esconderse de la autoridad y menos en expandirse y generar violencia.

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