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Por Stephanie Henaro

El mensaje es claro. Detrás de todas las explicaciones del gobierno mexicano ante la detención de los capos del Cártel de Sinaloa, se lee un “yo no fui” que cae en la lógica de la célebre canción de Pedro Infante.

“Yo te aseguro que yo no fui. 

Son puros cuentos de por ahí. 

Tú me tienes que creer a mí. 

Yo te lo juro que yo no fui.”

De eso no nos queda duda, pero ¿por qué el gobierno mexicano se empeñaría tanto en decir que ellos no fueron si a la mayoría nos indigna que los estadounidenses hayan logrado lo que ellos no en tantos años? ¿A quién va realmente dirigido ese mensaje? ¿Qué hay detrás de las palmadas en la espalda que el Presidente le dio a la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez,  en la mañanera para que no hablara de algo que él no quería?

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.