Por Stephanie Henaro
Los tiempos han cambiado y hoy si Estados Unidos inicia una guerra comercial con China, el gigante asiático tiene con qué responder.
Porque lo que ha cambiado en la relación bilateral más importante del mundo, va más allá de los presidentes de Estados Unidos mientras que en China sigue el mismo y es que hoy el gigante asiático se considera un igual ante su contraparte norteamericana.
Tan sólo basta con ver el dominio que los chinos tienen sobre los metales de tierras raras y por lo tanto del mundo de las baterías, que se traduce en nada más y nada menos que en dominio absoluto sobre el medio de la tecnología, justo cuando la tecnología se convirtió en la nueva ideología.
La precuela nos la dio la guerra contra Huawei y el 5G que se comenzó a vivir desde finales del 2018 por parte de los estadounidenses y sus aliados que incluso revivieron alianzas de la Primera Guerra Mundial para frenar el avance tecnológico de los asiáticos, como la de los cinco ojos tomada por ellos, Canadá, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. Sin embargo hoy, la actualización nos la dio China.
No hay que olvidar que a pesar de que muy poco o nada cambió de la administración de Donald Trump a la de Joe Biden con respecto a China, Xi Jinping y su equipo han tenido cuatro años para prepararse para el regreso del magnate neoyorquino.
Por eso de manera sutil y simbólica, como a ellos les gusta, poco antes de estas últimas elecciones dieron un mensaje que solamente entendieron los que prestan atención a lo que se dice entre líneas.
En el mundo de los drones unos, bonitos y baratos, Skydyo aparecía como parte del nuevo sueño americano y se mostraba como una alternativa a los proveedores chinos para el ejército y la policía de Estados Unidos, porque se consideraba que no dependía de proveedores chinos en su cadena de producción, pero a veces la vida tiene un sentido del humor muy negro.
Días antes de las elecciones las autoridades chinas impusieron sanciones y pusieron en jaque el acceso de la compañía a materiales necesarios para sus baterías, lo que desató que las entregas a sus clientes se tornaran más lentas y esto obviamente afectó a los militares estadounidenses, pero el mensaje va más allá.
El mensaje estaba dedicado a Donald Trump, y fue la manera china de decir que están listos para la Segunda Guerra Comercial y que saben el impacto que pueden generar después de que lograron convertir a su país en la fábrica del mundo y dominar tanto los metales de tierras raras como el litio, que son esenciales para prácticamente todo lo que se considere con tecnología de punta.
Desde el 2019, los chinos se han dedicado a crear con mucha cautela una lista de “entidades no confiables” que tiene como fin castigar a las compañías que han cumplido con los deseos de Estados Unidos y dejan a compañías chinas fuera de sus estructuras. Por eso es que lo ocurrido con Skydyo no debe ser tomado a la ligera.
China tiene con qué responder y no dudaría que con tal de sacar a Donald Trump de su zona de confort de negociación, sean ellos los que hagan el primer movimiento. La guerra comercial y tecnológica por el dominio mundial es un hecho.
El último en salir, apague la luz.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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