Por Stephanie Henaro
Creer que con el regreso de Donald Trump se va a acabar el mundo, es cómo creer que sacrificando colibríes los amarres funcionan mejor.
La histeria que se ha detonado después de sus polémicas declaraciones en torno a la OTAN, es como el amarre que la oposición sacó en el 2016 y se resume en una sola palabra: Rusia.
El miedo al gigante eurasiático vuelve a mover la elección y se ha vuelto de nueva cuenta el colibrí muerto y seco que algunos llevan en el bolsillo de la camisa para tener éxito en el amor o en este caso, la elección.
Los brujos aseguran que con esto quien lo lleve, encontrará pareja y que no se irá de su lado. No obstante, lo único tangible por lo menos en México, es que 39 de las 57 especies que habitan el país se han puesto en riesgo de extinción porque se cree que una vez “preparado” puede ayudar a llegar al corazón del ser amado.