Por Susana Moscatel
Cuando Taylor Swift decidió declararse a favor de Kamala Harris y puso una liga para que la gente se registrara a votar más de 400 mil personas visitaron la liga de inmediato, la cual los mandó directo al sitio de registro en sus estados. La cantante nació en Pensilvania, uno de los cinco más relevantes estados para determinar quién ganará estas elecciones y aunque es obvio que su influencia y fans existen más allá de cualquier frontera y que muchos de los jóvenes que votarán por primera vez son sus fans más aguerridos, aquí no hay garantía de nada.
La influencia de una Taylor Swift es incuantificable, pero del otro lado de la barda tenemos a Elon Musk, dueño de Twitter (X) quien, queramos o no, es el científico loco de los algoritmos y el que se ha encargado que no haya una sola teoría de la conspiración en contra de los demócratas que no llegue a nuestros celulares, sigamos a quien sigamos, bloqueemos a quien bloqueemos. Y sí, eso es tener verdadera influencia.
Así como México lo estuvo en las últimas elecciones (aunque quizás no de manera tan precisamente dividida a la mitad como en EUA) hay una triste suerte de “ellos contra nosotros” que nunca ha sido tan extrema en las elecciones políticas, las cuales, en cuanto a las celebridades involucradas, nadan en un mar de ironías y grandes anécdotas en este ciclo, que sin duda son entretenidas de contar. ¿Pero son relevantes? Saquemos conclusiones en conjunto ¿les parece? Propongo algunos momentos fundamentales para lo que hemos visto en los últimos meses como puntos de partida.
El pasado 10 de julio, George Clooney dijo lo que miles de demócratas estaban pensando, pero pocos se atrevían a decir. Joe Biden se veía ya demasiado frágil para poder ganar las elecciones. “No es el mismo Biden que yo conocí”, dijo después de un evento para recaudar fondos para el entonces candidato. La furia hacia Clooney pronto se convirtió en agradecimiento, cuando Nancy Pelosi, quien fue la primera mujer de la Cámara de Representantes en Estados Unidos, pudo al fin convencer a Joe que dejara libre la candidatura para su vicepresidente, Kamala Harris. ¿Fue Clooney o fue ese espantoso debate contra Trump? Todo sumó. La fama del actor es dinero en la cuenta del candidato, así que nadie puede llegar a decir que no ha sido un factor fundamental para cómo llegamos a este punto.
Resulta irónico que, aunque los republicanos son el partido de Ronald Reagan (actor por profesión) e incluso del Governator Schwarzenegger (quien ya apoyó a Kamala hace unos días), ellos sean siempre los que tienen a Hollywood y a la industria musical (en gran parte) en su contra. Por lo mismo las teorías de la conspiración que incluyen palabras como “Illuminati”, “Deep State” y similares, suelen ser parte de esta retórica que asegura que famosos como Tom Hanks, Beyonce, Eminem y Madonna son parte de una cofradía “liberal” que busca un nuevo orden mundial a través del partido demócrata. Y por algún motivo una pizzería de Hillary Clinton donde aseguran que sacrifican niños para beber su sangre (variante vieja de las más antiguas y horribles teorías de la conspiración).
Pero esas son las de siempre. Muchísima gente va a votar en estas elecciones porque auténticamente creen que eso que llaman “el virus mental woke” hará que sus hijos vayan un día a la escuela y regresen siendo hijas, sin que ellos se enteren de que pasaron por una operación de cambio de sexo entre matemáticas y el recreo.
Los dos lados está enfrascados en gritos de horror respecto a lo que creen que harán los otros, y en algunos casos, no el del cambio de sexo en clases, casos con razón. Si millones de mujeres ya no tienen derecho a elegir qué hacer con sus propias decisiones reproductivas en ese país es directamente consecuencia de los jueces que Trump puso en la Suprema Corte en su mandato. Cuando actrices, mujeres como cualquier otra al fin levantan la voz en contra de esto se les dice que cierren su boca y solo entretengan a la gente. No importa lo bien pensado que pueda estar su argumento.
Podríamos repasar cada personaje famoso que ha participado en estas elecciones y los costos que han tenido que pagar por ello, pero son demasiados. Tantos que, al ver las encuestas tan parejas al día de hoy, el instinto es pensar que no hacen ninguna diferencia. Simplemente el sábado pasado la increíble aparición de Kamala Harris en Saturday Night Live volvió locos de ira a los republicanos (nadie les cuente eso de las vedas electorales que tenemos por aquí o se vuelven más locos). Y dudo que la unión de varios Avengers a través de una videollamada, para apoyar a Kamala hace una semana cambie un solo voto. Esta solo añade a la percepción que tantos tienen de un Disney Verso Woke y alineado otra de las quejas constantes de la gente de ese lado del espectro político.
Pero ahí están todavía los que el gran comediante Bill Maher llama “los votantes de la Nochebuena”. Ya saben, aquellos que no deciden qué regalar hasta un día antes de la Navidad y se vuelven locos al final tratando de hacerlo. Y sí, esos que pueden y probablemente decidan las elecciones de hoy. ¿Qué más necesitan saber de sus candidatos para tomar una decisión? ¿Necesitan que George Clooney les diga qué hacer? ¿Qué Taylor y Beyonce le hagan un dueto personal al respecto? ¿Qué Trump les regale su biblia que vende por televisión? Lo dudo mucho. A estas alturas ya no importa. Apuesto más por los TikTokers que hicieron increíbles remixes del expresidente diciendo que los haitianos se estaban comiendo a las mascotas para acentuar lo ridículo de los discursos.
Y dediquémonos todo otro texto a cómo, a pesar de que quien sin duda tiene fotos y anécdotas al por mayor con Epstein y Diddy es Trump, son solo los famosos liberales quienes ya están siendo destruidos en la corte de opinión pública por mera asociación social o laboral.
Una vez dicho todo esto, sin embargo, hay algo que no podemos olvidar: Estamos hablando de un equipo enorme de celebridades contra un candidato quien es sin duda LA CELEBRIDAD más inaudita, indescriptible y poderosa de todas. La suerte que ha tenido Donald Trump no la tiene ni … Forrest Gump. Hay una enorme lista de gente que lo ha perdido todo solo por haber estado cerca de él, mientras que este hombre tiene una gran posibilidad de volver a la Casa Blanca. El hecho de que le atinó a que la gente tiene resentimiento contra los demás, hace casi imposible que sus seguidores tomen en serio el mensaje de los famosos, quienes son “LOS DEMÁS” por excelencia. Así que, si es posible, después de no despegarme de este berenjenal por meses, solo puedo concluir: las celebridades sí han sido una gran influencia para marcar agenda, aparecer en el ciclo de noticias, reunir fondos y convocar multitudes a la hora de los eventos políticos. Hasta han ayudado a determinar a los candidatos al final del día. ¿Pero llegarán con la gente hasta las urnas? ¿Cambiaron una sola opinión de los votantes en el momento que importa? Lo dudo profundamente.
Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.
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