Por Susana Moscatel
Antes, yo creía que si a fuerza tenía que portar alguna etiqueta en la vida, portaría con orgullo la de “humanista”. Ya después de leer un poco me coloqué en el humanismo secular. Hoy, me siento satisfecha si logro pasar un solo día sin tener que comprobar que NO soy un robot. Dejemos la filosofía para los expertos y hablemos de lo que llamamos “humanismo” estos días. Ese que por definición coloca al ser humano como el centro de las cosas y su bienestar, con conciencia e intenciones de equidad para tener una mejor existencia, a grandísimos rasgos.
Así que no, Google. No soy un robot aunque me obligues a contar bicicletas para el resto de mis días.