Por Susana Moscatel
Platicando en la alfombra roja de los Premios Metropolitanos de Teatro le confesé algo al gran actor y director Daniel Giménez Cacho quien el año pasado fue nominado e hizo una brutal interpretación del personaje Howard Beale en la puesta en escena Network en el Teatro Insurgentes. “Daniel, ya me siento como Howard Beale. Estoy hasta la madre y no lo puedo tolerar … y me voy a meter en problemas porque se me va a salir al aire a mi también”. Con una maravillosa carcajada me preguntó si “¿Ya había explotado al aire en algún noticiario?“. Cuando le dije que aún no, me ofreció dirección para cuando llegara el momento y bueno … es Daniel Giménez Cacho, lo que sea que tengo de actriz gritó que “Sí”. Y luego entramos al aire en el previo de la ceremonia. Ahí no estaba hasta la madre, estaba feliz de ver la fiesta que se ha armado una vez más para el teatro. De hecho fue una bendición.
El problema es más bien día a día y no con todos y a la vez con ningún medio en particular. Me pasa como consumidora de información. Me pasa como periodista. Me pasa cada vez que veo un titular tramposo pero aún más cuando ese titular desinforma con su propio propósito o simplemente para conseguir clicks. Me pasa cada vez que veo a compañeros en distintos espacios informativos, curiosamente se me ocurren muchísimas más mujeres que hombres, quienes tienen que pelear diario con esa balanza entre los intereses de los medios y su capacidad de informar con veracidad. Si no han visto la película o la puesta en escena Network de Paddy Chayefsky por favor háganlo ya. La cinta de 1976 dirigida por Sidney Lumet nunca había sido más relevante.