Los Ángeles, California.- ¿Qué significaba la reina Isabel II para ustedes? Es una pregunta relevante en el contexto de su muerte y en el de todas nuestras vidas. Si bien el tema de la monarquía siempre ha tenido sus controversias, lo cierto es que más de siete décadas en el trono más visible del mundo, vivamos donde sea que vivamos, es una de las pocas cosas que podíamos decir que eran una constante en todas nuestras vidas. No hay prácticamente nada ni nadie más que pueda decir eso en un contexto global. Así que sí, nos “importe o no”, es el fin de una era.
Hay que entender que esta mujer fue a quien 16 primeros ministros, comenzando por Winston Churchill en 1955, pedían consejo. Fuera por protocolo y fueran conservadores o liberales, todos tuvieron que tomar ese famoso té con ella, hablando de asuntos de Estado y librando las diferencias de posturas y los más terribles peligros del último siglo de su mano.
No pienso contarles nada que un experto o siquiera un seguidor de la serie The Crown ha comentado desde ayer jueves cuando se hizo oficial la noticia. Y podría soltar el relato completo de la sensación de incredulidad de recibir la noticia parada casi a lado del castillo de otro tipo de imperio, el de Disney, ya que estamos aquí para un evento enorme con prensa de todo el mundo. Enloquecimos un rato, eso sí se los puedo decir. Pero por ahora creo que lo que puedo aportar a esta conversación es hacer visible la pregunta que nos hicimos muchos, al ver lo que estaba pasando en cuanto a las reacciones ante la noticia de la mujer más conocida del mundo.
“¿Es demasiado pronto?”, me preguntó un compañero a quien respeto brutalmente y de quien valoro tanto su sentido del humor como su desempeño periodístico. Pero es que, ¿cómo no cuestionarnos eso? Los chistes estaban listos, igual que los zopilotazos, para salir volando a la primera oportunidad. Chabelo se volvió tendencia inmediata en Twitter, como suele ser cuando muere alguien célebre y mayor. Pero esta vez el “Chabelo vs. Chavela” era demasiado fácil. Rápido. Inevitable. Ahí no había nada que hacer.
Pero, caray, ¿cómo no reír de los memes sobre Lady Di esperándola en la siguiente dimensión? ¿Los videos de la estampida de Jumanji aplicados a todo: particularmente a las tiendas de flores en Gran Bretaña? ¿Cómo no mofarse de políticos mexicanos y venezolanos quienes debían decir algo por protocolo, pero se sentían absolutamente forzados y absurdos insertados en la conversación? ¿Las burlas porque Camilla Parker al final sí acabó siendo reina consorte? En fin, no hay límite. La creatividad de la gente es inmensa y el dolor es personal. Pocos sienten empatía por lo que fue un tranquilo final de una evidentemente larga e interesante vida. Pero, nuevamente… ¿Es demasiado pronto?
Creo en el humor y en su capacidad de hacernos sanar. También sé que el protocolo establecido desde hace mucho tiempo en Gran Bretaña dice que por varios días no se deberán transmitir programas de comedia. Pero no hay nada más exquisito que lo seco y frontal del humor británico y, vaya, así están lidiando muchos. Un ejemplo perfecto de lo que funciona en ese sentido es lo que tuiteó Erik Idle de Monty Python. Después de lamentar la muerte de la reina y hacer varios gestos de respeto escribió: “Me dicen que Trump ya está reclamando la corona”. Y esa es precisamente la distinción entre el humor que cura y el humor que ataca.
Obviamente, Trump no es el tema aquí, tampoco es alguien quien haya mostrado más que prepotencia y falta de respeto a la reina (y a cualquiera). El burlarse del “victimario” y no de las “víctimas” es en cierta forma el criterio que prevalece entre muchos comediantes. Y si bien es interesante la conversación de quien ostenta ese título para muchos, con certeza puedo decir que Idle es el ejemplo perfecto de que no es demasiado pronto si se hace bien.
Claro que para la mayoría de nosotros es asunto lejano y la vida ha sido bastante difícil estos tiempos. Queremos reír. Obviamente no es de buen gusto y no lo promuevo, pero creo que mientras no seamos totalmente reductivos, mientras comprendamos la importancia del reinado de esta mujer en tantos sentidos, los alcances de su sacrificio por un trono que no le debería haber tocado… vaya, si no nos quedamos solo con el remate de titular de tabloide, el que “sea demasiado pronto” para reír no es el tema. Pero si el personaje más longevo y sí, complejo, de la vida pública en el mundo entero queda reducida solo a un meme, entonces sí deberíamos pensarlo dos veces. ¿No lo creen?
@susanamoscatel
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