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Por Susana Moscatel

Estamos a tres semanas del Oscar y no dejo de celebrar que este año, cada vez que voy a una sala de cine a ver (o volver a ver) alguna de las cintas nominadas en la mayoría de los casos, al menos en su fin de semana de estreno, estas están llenas. Así que de entrada ahí o tienen. ¿De qué sirven estas ceremonias? Pues simple y sencillamente iniciar conversaciones que hacen que la gente quiera explorar y saber más acerca de las películas nominadas, muchas de ellas extraordinarias e imposibles de comparar.

Hoy quiero comentar, sin spoilers pero asumiendo que saben de qué va, de la maravilla de Yorgos Lanthimos llamada Pobres criaturas, cinta que sigue impactando en la sala de cine y que ha despertado algunos de los mejores debates que he escuchado sobre una historia, su adaptación, su mensaje y nuestra tolerancia ante temas incómodos, pero relevantes.

Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.