Por Susana Moscatel
Como hubiese querido solo hablar de lo bella que es Halley Baily, de lo profundamente emotiva que es la nueva versión de live action de La Sirenita y desmenuzar todo eso con placer, alegría y emoción. Pero sería un mal servicio al periodismo, y además me piden que aún no revele demasiado de la cinta, así que ya me dedicaré a ello con alegría y soltura en los próximos días. Pero que esta cinta despierte tantas pasiones antes de que la mayoría de los apasionados la hayan siquiera visto es algo que debe entenderse de diferentes modos.