Querido Rommel…
Te tocó recibir tu presea con una playera de Popeye y sin el himno mexicano de fondo porque decidiste cantarlo a capella, momento que sin duda nos emocionó al máximo.
Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.