“Yo, la peor del mundo”
Al final el clero la castigó por ser mujer y por tener una inteligencia en un mundo que no la entendía.
Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.