Culpa, me revelo contra ti
La maldita culpa que parece indisociable de nuestra condición como mujeres. Se sienta en nuestra mesa y nos acompaña en el desayuno.
Mujeres al frente del debate, abriendo caminos hacia un diálogo más inclusivo y equitativo. Aquí, la diversidad de pensamiento y la representación equitativa en los distintos sectores, no son meros ideales; son el corazón de nuestra comunidad.