Los verdaderos rostros de la traición política

Por Yohali Reséndiz

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La traición del senador Miguel Ángel Yunes Márquez a México y a su Constitución queda en la memoria histórica y será un señalamiento que, mientras tenga vida, millones de mexicanas y mexicanos le recordarán cuando lo encuentren de frente, y cuando muera, su alma no tendrá descanso.

Lo que nunca midió el senador Yunes Márquez es que con su voto a favor de la Reforma Judicial, en automático perdió su libertad, pues dudo que pueda volver a caminar libremente en cualquier calle, de cualquier ciudad y en cualquier país, ya que la frase: TRAIDOR A LA PATRIA la lleva tatuada en la frente.

Ahora bien, seamos honestos:¿Es Yunes el único traidor?Porque hay más de un ciento de “políticos” que esperaron pacientes en la comodidad de un partido y también traicionaron mudándose al partido del poder en turno, y hoy, cínicamente, sonríen embadurnados de heces de lo que prometieron no ser y son.

Y espere, también hay que señalar a aquellos traidores que se quedaron en un sillón leyendo en redes o mirando en televisión las grandes manifestaciones de ciudadanos y ciudadanas “comunes y corrientes” en defensa ellos sí de la democracia, mientras que estos no hicieron nada más que esperar a aplaudir el nuevo pacto de los traidores como traidores que son.

Así que no se trata de señalar aquí a un traidor sino de reconocer a todas y a todos los traidores.

Y todavía no termino… ¿qué me dicen de los dueños de los medios de comunicación en todo el país que se “alinearon” con todo lo que eso signifique? Sí, aquellos que han intercambiado el periodismo con valor, por publicidad del gobierno y han echado a la calle la libertad de expresión de sus periodistas y el respaldo a sus investigaciones. ¿Qué me dicen de eso?

Porque, si solo vamos a señalar a un traidor, pues hay que mirar completa la película del porqué llegamos hasta el episodio en que ganó una mayoría y ahora tienen nuestra vida, nuestros derechos y nuestra libertad en sus manos.

¿O acaso no hubo suficientes investigaciones y documentos que tuvieron como respuesta una sencilla: “Eso no es cierto”? Y claro, a eso súmele la falta de unión entre los medios y colegas que permitió que una a una todas las investigaciones valiosas fueran sacudidas como se sacude la pelusa en la solapa…

¿O ahora vamos a justificarnos con que no hubo avisos?

¿O eso no es traicionar a los lectores/suscriptores?

La próxima vez que escuche la palabra traidor piense no solo en el traidor de Miguel Ángel Yunes, sino en cientos que desde el poder político han contribuido a lo que hoy tenemos.

¿Y qué me dice de usted?

¿Fue de los que aceptó dinero a cambio de su voto? ¿Continuar en su trabajo a cambio de su dignidad?

¿Qué es eso? ¿Traición o sumisión? ¿Cobardía, miedo? ¿Qué es?

Mire, y no nos hagamos, han sido varios los sexenios que, como ciudadanas y ciudadanos con derechos, hemos tolerado a esos representantes que se han perpetuado brincando de puesto en puesto sin demostrar confiabilidad.

Políticos que olvidaron que fueron elegidos para defender los derechos ciudadanos y lo único que han hecho es enriquecerse y pisotear la democracia. Póngale el nombre que quiera, segura estoy de que le vendrán a la mente varios y varias.

Mire usted, regresando a los Yunes… ¿Miguel Ángel Yunes Márquez, senador, y su suplente es su papá, Miguel Ángel Yunes Linares? ¿Por?

Y aquí va otro apartado de traidores y me refiero a los impartidores de justicia…

¿Es o no traición de la autoridad no aplicar la justicia a Miguel Ángel Yunes Linares, señalado de corrupto y de tener vínculos con el crimen organizado, incluso señalado en 2017 por el mismísimo López Obrador, cuando denunció que hay una "Carpeta Azul" con información sobre propiedades y gasolineras vinculadas a la familia Yunes?¿A poco no estaría en la cárcel si la entonces PGR hubiera actuado? ¿Yunes sería suplente a senador? ¿Cuántos así en libertad y con fuero? ¿Y qué hacen las y los ciudadanos? Al menos los periodistas lo señalamos, pero, ¿y? ¿Qué sucede? Y así estamos todos en este círculo vicioso. Y pues claro, con un voto hasta esto se entierra.

Así que si usted siente incertidumbre, no es gratuita, eh.

Y no tenga duda, lo que miramos como espectadores que sucedió en horas, un hombre lo fraguó en su mente por años y, como en política no hay coincidencias, si usted lo mira en cámara lenta, ni siquiera hubo un forzamiento del debate, ¿o sí?

Usted lo miró, se aprobó la Reforma Judicial con una cámara llena de hombres y mujeres, pero esa cámara estaba vacía en patriotismo y respeto por sí mismos… y ganó el referéndum ilegal.

Así que, señoras y señores, no hay un solo traidor. Todos hemos traicionado de muchas maneras al país, unos con silencio, otros haciéndose “pendejos”, otros permitiendo. Otros aceptando. Otros corrompiendo. Otros protegiendo. Otros no denunciando. Otros no aplicando la ley. Otros siendo insensibles frente a los grandes problemas y desafíos de este país. Otros solapando injusticias. Otros tolerando. Otros aguantando por unos pesos. Otros pagando esos pesos y todos permitiendo que la clase política tan menor que hoy nos representa —muchos de ellos sin preparación básica y sin escrúpulos— se mantenga por años en cargos que muchos mexicanos valiosos podrían ocupar. Y si quieren, le seguimos.

Lo que sí, y ahí no hay debate, es lo que miramos hace unos días: qué jodidos estamos al descubrir que nuestra República Mexicana estuvo en manos de “Los Yunes”. Qué jodido. De verdad, qué jodido.

Las opiniones expresadas son responsabilidad de sus autoras y son absolutamente independientes a la postura y línea editorial de Opinión 51.